The Love Witch (2016)

“The Love Witch” no es un thriller convencional, ni siquiera una comedia romántica. Es, esencialmente, un experimento visual y narrativo que se anida dentro de la estética exuberante y ligeramente inquietante de los thrillers en Technicolor de los años sesenta. Bayron Cronqvist, director y guionista, logra crear un universo de deseo exacerbado, donde la búsqueda del amor se convierte en una obsesión paralizante, un bucle infinito de hechizos y engaños que culmina en una descenso vertiginoso a la locura. La película, en su esencia, es una suerte de manifiesto sobre la feminidad y el autoengaño.

El guion, aunque deliberadamente lento y a veces confuso, se beneficia de una atmósfera palpable. Cronqvist se permite, y con maestría, jugar con la iconografía de las películas de amor del pasado, pero no se limita a la simple imitación. Incorpora elementos de terror psicológico, con giros inesperados y una sensación constante de desasosiego. La historia, centrada en Vitória (Sandra Price), una joven bruja que utiliza sus habilidades para atraer a hombres, no es particularmente original, pero la película sobresale en la exploración de la psicología de sus personajes, en particular en el de Vitória. La protagonista se siente atraída por el poder y el control, desvinculándose de las realidades emocionales y buscando un amor idealizado y, en última instancia, inalcanzable.

Sandra Price ofrece una actuación sobresaliente como Vitória. Su vulnerabilidad y su creciente paranoia son palpables en cada escena. Evoca con éxito la dualidad de un personaje que se ve a sí misma como una mujer poderosa, pero que en el fondo es increíblemente insegura y solitaria. El resto del elenco, aunque menos destacado, cumple su función con solidez. En particular, la interpretación de Heron Hart como el profesor de historia, un hombre idealizado por Vitória, aporta una capa de complejidad al personaje y al drama. La dirección de Cronqvist, junto con la fotografía de Jasper Wolf, es espectacular. El uso del Technicolor, no como un simple recurso estilístico, sino como un elemento narrativo que refuerza la atmósfera de ensueño y engaño, es brillante. Cada plano está cuidadosamente compuesto, creando una experiencia visual que es a la vez hermosa y perturbadora.

No obstante, la película no está exenta de fallas. El ritmo pausado y la ambigüedad deliberada pueden frustrar a algunos espectadores. La trama, en ocasiones, se pierde en detalles innecesarios y la resolución, aunque satisfactoria en cierto modo, podría haberse desarrollado con mayor profundidad. Sin embargo, la belleza visual y el juego psicológico que propone la película compensan con creces sus imperfecciones. "The Love Witch" es una experiencia cinematográfica singular, una película que invita a la reflexión sobre los deseos, las fantasías y las consecuencias de la búsqueda del amor.

Nota: 7.5/10