The Man from the Future (2011)

“The Man from the Future” es una película que, en el fondo, se presenta como un cuento de ciencia ficción con un toquísimo de comedia existencial. El guion, bajo la dirección de Scott Kretchmer, explora de manera interesante la paradoja del viaje en el tiempo, pero se encuentra a veces con una ejecución que se siente un tanto torpe. La premisa es sólida: un científico brillante, frustrado por su pasado y a punto de perderlo todo, se arroja a un experimento arriesgado que lo transporta en el tiempo. Esta situación inicial genera un fuerte interés y una sensación de urgencia narrativa, elementos que se diluyen un poco en el desarrollo posterior.

La película se centra en Zero, interpretado con una intensidad y un humor sutil por parte de Ewan McGregor. McGregor ofrece una actuación magistral, logrando transmitir la incomodidad, la soledad y la melancolía del personaje, incluso en las situaciones más absurdas. Él es, sin duda, el punto fuerte de la película. La película, sin embargo, no siempre le otorga el espacio dramático que merece, relegándolo a veces a roles secundarios en su propia historia. El resto del elenco, aunque competente, no logra destacar con la misma solera. En particular, la interpretación de Laura Ramsey como Helena, el amor perdido de Zero, se siente algo plana y carente de profundidad.

La dirección de Scott Kretchmer es cuidada en algunos momentos, especialmente en la creación de la atmósfera de laboratorio y en las secuencias de viaje en el tiempo, que son visualmente atractivas aunque, en ocasiones, intentan abarcar demasiado y se sienten un poco forzadas. El ritmo de la película es irregular. Algunos tramos son lentos y contemplativos, mientras que otros se apresuran en la resolución de la trama principal. El guion, aunque presenta ideas interesantes sobre la alteración del pasado y sus consecuencias, se pierde en explicaciones excesivamente complejas y en agujeros lógicos que, aunque no arruinan la experiencia, sí que comprometen la credibilidad de la historia. La comedia, que pretende ser un elemento cómico recurrente, a menudo se siente forzada y desentonada con el tono general de la película, creando una desconexión entre lo que se quiere lograr y lo que realmente se consigue.

A pesar de sus fallos, “The Man from the Future” ofrece momentos de genuina reflexión sobre la búsqueda de la felicidad, el arrepentimiento y la aceptación del pasado. La película plantea preguntas importantes sobre la naturaleza del tiempo, el libre albedrío y las posibles consecuencias de cambiar el destino. Si bien no llega a ser una obra maestra del género, sí que merece la pena verla por las actuaciones de Ewan McGregor, la atmósfera particular que se crea y la reflexión que invita a la audiencia. Sin embargo, la complejidad excesiva del guion y su ritmo desigual son sus mayores debilidades.

Nota: 6/10