The Most Precious of Cargoes (2024)

“The Most Precious of Cargoes” no es un melodrama fácil ni un apéndice de la guerra. Es, en su lugar, una meditación incómoda y brutalmente honesta sobre la desesperación, la compasión y la fragilidad de la humanidad, encarnadas en la historia de un matrimonio rural atrapado en el torbellino de la guerra civil estadounidense. La película, dirigida por Sarah Polley, no busca hacer una declaración grandilocuente, sino que se dedica a presentar a un hombre y a su esposa, Thomas y Ruth, en sus miserias cotidianas, mostrándonos las cicatrices de la vida grabadas en sus rostros y en el sonido de sus voces.

La dirección de Polley es magistral. El uso de la luz natural, la paleta de colores apagados y la inmensidad del bosque crean una atmósfera claustrofóbica y opresiva que refleja la situación de los personajes. La película se centra casi exclusivamente en los interiores, en el calor de la chimenea, en la conversación silenciosa, lo que intensifica el sentido de aislamiento y vulnerabilidad. Esta elección visual, junto con el sonido omnipresente del tren, el símbolo de la violencia y el desplazamiento, subraya la amenaza constante que se cierne sobre sus vidas.

Las actuaciones son excepcionales, particularmente en las de Lucas Hedges como Thomas y Ellie English como Ruth. Hedges ofrece una interpretación sutil y devastadora del hombre que ha perdido la fe, la esperanza y, en gran medida, su humanidad. Su personaje es torpe, retraído y, en ocasiones, cruel, pero bajo la superficie se vislumbra un núcleo de bondad y un deseo desesperado de proteger a su hija. Ellie English, por su parte, entrega una actuación igualmente conmovedora, logrando transmitir la fuerza, la determinación y el miedo de una mujer que se ve obligada a tomar decisiones imposibles. El diálogo entre ambos personajes es natural, lleno de tensión y, a menudo, silencioso, pero cargado de una comprensión profunda y un amor incondicional.

El guion, coescrito por Polley y Halima Assayeh, es de lo más acertado de la película. Evita clichés y simplificaciones, explorando las complejidades de las relaciones familiares y la moralidad en tiempos de guerra. La película no ofrece respuestas fáciles ni demoniza a nadie. Se centra en el impacto que la llegada del bebé tiene en Thomas, transformándolo lentamente de hombre amargado a protector, y en cómo esta nueva responsabilidad lo obliga a confrontar su pasado y a tomar decisiones que lo cambiarán para siempre. La película explora la ambigüedad moral de las acciones de los personajes y la dificultad de distinguir entre el bien y el mal en un contexto de violencia y caos.

“The Most Precious of Cargoes” es una película durísima, pero también profundamente humana. No es un entretenimiento fácil, sino una experiencia que te obliga a reflexionar sobre la naturaleza humana y la capacidad de compasión que reside en cada uno de nosotros. Es un recordatorio de que, incluso en los lugares más oscuros, la esperanza puede surgir de lugares inesperados.

Nota: 8/10