The Queen of Versailles (2012)

“The Queen of Versailles” no es simplemente un documental sobre el fracaso financiero; es una radiografía sorprendentemente humana y brutalmente honesta del sueño americano, y de cómo ese sueño puede transformarse en un fétido y opulento espejismo. La película, dirigida por Lauren Greenfield, nos adentra en la vida de David y Gary Hirshfeld, los fundadores de HomeFriend, una empresa de tiempo compartido que, a través de sus exitosas campañas publicitarias, amasó una fortuna considerable. Lo que parece a primera vista un cuento de millonarios, se desmorona con una rapidez y una elegancia devastadoras, revelando la fragilidad de los logros materiales y la complejidad de las relaciones humanas.

Greenfield despliega una narrativa magistral, no mediante la intervención directa, sino a través de una exhaustiva observación y un uso hábil de la cámara. La película no juzga; simplemente muestra, documentando la ambición desmedida de los Hirshfeld y su deseo de construir una versión de Versalles en Florida, una mansión que refleje su éxito y, en cierta medida, su aspiración a una vida de grandeza. La dirección es precisa, casi quirúrgica en su enfoque, capturando detalles que revelan la inquietud subyacente en la familia, a pesar de la aparente prosperidad. La ausencia de una voz narrativa al principio, solo interrumpida por las intervenciones de los propios personajes, genera una inmersión total en su mundo, intensificando el impacto del posterior desmoronamiento.

Las actuaciones, o mejor dicho, las presencias de los personajes, son fundamentales para el éxito de la película. David y Gary, interpretados principalmente a través de sus propios testimonios, ofrecen una visión íntima y a veces incómoda de su relación y sus motivaciones. Su ambición es palpable, y sus razones, aunque justificadas en un contexto de búsqueda del éxito, revelan un cierto vacío emocional. Se percibe la necesidad de complacer a su esposa, Fran, quien inicialmente, y con cierto escepticismo, respaldó el proyecto. El documental presenta una imagen matizada de Fran, mostrando su evolución desde una entusiasta apoyante hasta una mujer visiblemente angustiada por la ruina financiera. Los cameos de familiares y amigos contribuyen a enriquecer la historia, ofreciendo perspectivas externas sobre la naturaleza del sueño de los Hirshfeld y el impacto de sus decisiones.

El guion, aunque no se centra en diálogos grandiosos, se basa en la observación minuciosa y en la construcción gradual de la tensión. La película evita melodramas fáciles, prefiriendo mostrar el lento pero inexorable descenso a la ruina. El contraste entre la opulencia inicial de la construcción de la mansión y la pobreza que se avecina es impactante y genera una sensación constante de incomodidad. “The Queen of Versailles” es, en definitiva, un retrato inolvidable de la volatilidad de la fortuna y la importancia de las conexiones humanas en medio de la incertidumbre. No es un entretenimiento ligero, pero ofrece una reflexión profunda sobre el significado del éxito y la naturaleza de los sueños.

Nota:** 8/10