“The Report” es una película que, en lugar de ofrecer un espectáculo de thrillers de espionaje o un drama político de alto octanaje, se propone, y con notable éxito, ser un documento crudo y desgarrador. La película, dirigida por Scott Z. Burns, no busca glorificar ni romantizar la lucha contra el terrorismo, sino mostrar las consecuencias reales de las decisiones tomadas en nombre de la seguridad nacional. El argumento, centrado en la vida de Daniel Jones, un abogado tímido y poco convencional, nos sumerge en la compleja investigación que él lidera, revelando la brutalidad del programa de interrogatorio y detención de la CIA tras el 11-S.
Hugh Jackman, en un papel que le exige una vulnerabilidad y una fuerza interior excepcionales, ofrece una interpretación magistral de Daniel Jones. Su personaje es un hombre que, enfrentado a la magnitud de la información que desentierra, no se deja llevar por la ambición o el deseo de ser reconocido. Su lucha es moral, por la integridad de su conciencia y por la búsqueda de la verdad, incluso cuando ésta es incómoda y pone en peligro su carrera y su seguridad personal. Jackman transmite la duda, el miedo y la convicción de Jones con una sutileza admirable. Complementando a Jackman, Annette Bening brinda una actuación sólida como la esposa de Jones, una mujer que, aunque no siempre comprende la magnitud del trabajo de su marido, se convierte en un pilar de apoyo y comprensión.
Scott Z. Burns ha logrado convertir un informe legal de 364 páginas en una narrativa cinematográfica convincente. El guion, pulido y meticuloso, evita caer en melodramatismos fáciles. El ritmo es pausado pero constante, permitiendo que la gravedad de las revelaciones se filtre lentamente en el espectador. Lo que hace realmente especial a la película es su insistencia en los detalles, en los procedimientos, en la reticencia de la CIA a revelar la verdad. La película no solo muestra lo que se torturó, sino que explora cómo se hizo, cómo se justificó y cómo se ocultó durante años. La dirección de Burns, sobria pero efectiva, utiliza la fotografía y el montaje para crear una atmósfera de opresión y desconfianza. El sonido, particularmente la banda sonora, es utilizado con maestría para intensificar la tensión y el impacto emocional de las escenas clave.
“The Report” no es una película fácil de ver. Es, en su esencia, un recordatorio sombrío de que la búsqueda de la seguridad a toda costa puede llevar a la pérdida de la humanidad. La película invita a la reflexión sobre la importancia de la rendición de cuentas, la transparencia y la protección de los derechos humanos, incluso en tiempos de crisis. La película es un servicio público fundamental, un llamado a la conciencia, que nos obliga a cuestionar la legitimidad de las acciones que realizamos en nombre del "bien común". No es entretenimiento puro, sino una obra de arte que busca provocar el pensamiento y, quizás, cambiar las cosas.
Nota: 8.5/10