The River Rat (1984)

“The River Rat” no es un filme que te impacte desde el primer minuto. Es una película que se construye lentamente, como el mismo río del título, erosionando la confianza y la esperanza en un drama familiar con un trasfondo sombrío. La película, dirigida por Andrew Halamas, se sitúa en el paisaje desolador y profundamente arraigado del delta del Mississippi, un entorno que se convierte en un personaje más, silencioso pero omnipresente, presenciando los dramas de Jonsy y su abuela. La atmósfera es, sin duda, una de las fortalezas del filme; un ambiente pesado, húmedo y a veces opresivo que se refleja fielmente en la lucha de los protagonistas.

Martha Plimpton ofrece una actuación sorprendentemente madura como Jonsy. A pesar de su juventud, la actriz transmite la inocencia de una niña que ha crecido en la sombra del encarcelamiento, una niña que lucha por entender la complejidad de las relaciones de su padre. Tommy Lee Jones, por otro lado, es magistralmente reservado. Su Billy es un hombre marcado por la culpa y la nostalgia, un hombre que se debate entre el deseo de redención y el miedo a que el pasado lo devuelva. La relación entre Jonsy y Billy se construye con una sutileza que evita los clichés sentimentales, y es precisamente esa autenticidad la que la hace tan efectiva. Brian Dennehy, como el “Doc” de la historia, aporta una presencia imponente y un aire de peligrosidad que genera tensión en cada escena en la que aparece. No es un villano convencional; su motivación es más compleja y, en última instancia, más trágica.

El guion, aunque lento en algunos momentos, se centra en la exploración de temas como la familia, la justicia, el perdón y el peso del pasado. La trama se desarrolla con un ritmo pausado que permite al espectador sumergirse en la vida de los personajes y reflexionar sobre sus decisiones. Sin embargo, debo admitir que la historia podría haber sido más compacta, y algunos desvíos argumentales, aunque comprensibles, se alargan excesivamente. La película no ofrece soluciones fáciles ni finales felices; al contrario, nos confronta con la realidad de un mundo donde el crimen y la violencia dejan cicatrices profundas. La dirección de Halamas, a pesar de su enfoque en la atmósfera, también podría haberse beneficiado de una mayor dinamización en la composición de las tomas, especialmente en las escenas de acción.

En definitiva, "The River Rat" es una película sólida, con actuaciones destacadas y una ambientación impecable. No es un espectáculo visualmente deslumbrante, ni una película que te deje con una sensación de euforia. Pero sí es una película que te invita a la reflexión, a examinar las complejidades de la condición humana y a considerar las consecuencias de nuestras acciones. Una película que se queda contigo, incluso después de que los créditos finales hayan rodado.

Nota: 6.5/10