Hotel Royal (2023)

“Hotel Royal” no es una película que te sorprenda con giros de guion extravagantes o efectos especiales deslumbrantes. Se trata de una pequeña joya sombría, una cinta que se abre paso con una atmósfera densa y una exploración honesta de la soledad, el alcohol y las consecuencias de las decisiones impulsivas. La dirección de Kate Gordon es fundamental para el éxito de la película, creando una sensación de claustrofobia y desasosiego desde los primeros minutos. El uso de la cámara, principalmente con planos cerrados y tomas largas, intensifica la incomodidad de los personajes y la atmósfera opresiva del Outback australiano. La película no busca ser grandiosa; su fuerza reside en lo íntimo y en la habilidad de capturar momentos de tensión sutil y perturbadora.

El reparto es excepcional. Hannah, interpretada por Sophie Hayes, transmite con notable lucidez la evolución de su personaje, desde la ingenuidad y la búsqueda de emoción hasta la confrontación con sus propios demonios. Su actuación es natural y cautivadora. Sin embargo, es la interpretación de Genevieve Lemon como Mary, la vecina con un pasado turbulento, la que realmente destaca. Lemon aporta una profundidad y una complejidad al personaje, mostrando una vulnerabilidad sorprendentemente conmovedora. La química entre Hayes y Lemon es palpable, lo que aumenta la verosimilitud de las dinámicas entre las mujeres. La actuación de Liam Mcconnell, como Billy, el dueño del bar, es sólida y realista, manteniendo un equilibrio entre la hospitalidad y la desconfianza.

El guion, adaptado de la novela de Charlotte Wood, posee una fuerza singular. La historia se centra en la banalidad y la autodestrucción de la vida en un pequeño pueblo minero, donde el alcohol se convierte en una herramienta de escape y un medio para olvidar. La película no juzga a sus personajes; simplemente los observa, exponiendo su desamparo y sus errores. La ambientación, que es crucial para el desarrollo de la trama, se hace sentir con gran fuerza. El Outback australiano no es un escenario exótico o romántico, sino un lugar árido, aislado y lleno de secretos. La película explora el impacto del alcohol en una comunidad donde la esperanza parece haber abandonado el lugar. La tensión aumenta progresivamente, sin recurrir a clichés del género thriller. La película se centra en la psicología de los personajes y en el impacto de sus acciones.

“Hotel Royal” no es una película fácil de ver. Es un retrato crudo y a veces incómodo de la vida en el Outback, donde la soledad y la desesperación pueden conducir a consecuencias trágicas. La película, aunque lenta en algunos momentos, es una experiencia cinematográfica memorable que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y las elecciones que tomamos en la vida. La película es una pequeña, pero potente, denuncia a la indiferencia y a la falta de apoyo para las personas que más lo necesitan. Es una película que permanece en la mente después de terminar de verla.

Nota: 7/10