The Spirit (2008)

“The Spirit” es una película que, al salir de la sala, deja un sabor agridulce. Dirigida por Brian Singer, la cinta, adaptada del cómic de Will Eisner, se presenta con una ambición deslumbrante que, lamentablemente, no siempre logra cumplir. La estética visual, sin embargo, es indiscutiblemente brillante. El uso de la rotoscopia, técnica que convierte imágenes en animación, crea un efecto visual único y recuerda a las tiras cómicas originales, dando vida al mundo de Central City de una manera que resulta fascinante y original. La dirección es pulida, con escenas de acción que, aunque a veces se inclinan por la espectacularidad más que por la fluidez, se benefician de la cuidadosa composición y el uso del color, creando una atmósfera noir moderna con toques de glamour y peligro. Singer demuestra su dominio del melodrama, construyendo un ritmo que alterna momentos de tensión vertiginosa con escenas de romance y drama, aunque a veces estas últimas carecen de profundidad suficiente.

El reparto es, en su mayoría, sólido, con Gabriel Macht como Denny Colt/Spirit demostrando una presencia física imponente y una habilidad natural para el drama. Su interpretación de la dualidad del personaje, atrapado entre su vida personal y su deber como vigilante, es a veces convincente, aunque podría haber explorado más las complejidades emocionales del personaje. Rooney Mara ofrece una interpretación cautivadora como la enigmática cantante, una de las pocas damas que parece genuinamente interesada en el héroe enmascarado. Sin embargo, el papel de esta mujer, aunque bien actuado, es en gran medida unidimensional, limitada a su atractivo visual y su posible interés romántico.

El guion, sin embargo, es el punto más débil de la película. Si bien la premisa – un policía resucitado como un superhéroe – es atractiva, la ejecución es un tanto torpe. El desarrollo del personaje de Octopus, el principal antagonista, es demasiado rápido y superficial, reduciéndolo a un villano caricaturesco. La trama secundaria, centrada en la familia de Denny, se siente como una añadida innecesaria y poco elaborada. Además, el ritmo es errático, con tramas secundarias que interrumpen el desarrollo del núcleo argumental. La película no logra abordar de forma satisfactoria la cuestión de la identidad y la responsabilidad que conlleva ser un héroe, limitándose a presentar estos temas de forma superficial.

A pesar de sus fallos, "The Spirit" no es una película mala. Es un esfuerzo visualmente estimulante que, aunque no alcanza su máximo potencial, ofrece un entretenimiento decente. Es un trabajo estilístico que merece reconocimiento por su originalidad y su estética cuidada, pero que necesita una mejor elaboración y una mayor profundidad en el guion para convertirse en una verdadera joya del género. El legado de Will Eisner se aprecia en la atmósfera y la presentación, pero la película necesita un guion más sólido para consolidar su mensaje y su impacto.

Nota: 6.5/10