The Sweeney (2012)

“The Sweeney” (1976) no es simplemente una película de policía; es un retrato visceral de una época y, aún más importante, una inmersión profunda en la psique de dos individuos que han roto con las convenciones y, en su propio modo, han definido su justicia. Esta adaptación de la serie británica de los años 70, dirigida con una audacia sorprendente por Brian de Palma (sí, el Brian de Palma de “Blow Out”), no se limita a recrear la acción policial, sino que disecciona la relación entre el detective Jack Regan (Ray Winstone, en una interpretación absolutamente icónica) y su compañero George Carter (Ben Drew), ofreciendo una perspectiva que, a menudo, desafía las narrativas heroicas más tradicionales.

La dirección de De Palma, aunque en aquel momento todavía en plena exploración de sus distintivos elementos estilísticos, aporta una frescura a la película. Utiliza el color, la iluminación y el montaje para intensificar la tensión y la sensación de claustrofobia, reflejando la atmósfera opresiva de las calles de Londres durante la época de la Guerra Fría. Se nota que De Palma no se contenta con mostrar la persecución, sino que busca capturar el *feeling* de la acción, la adrenalina y el peligro inminente. La película se siente, en su mayoría, como un thriller pulsante, con escenas de persecución que, incluso hoy, se sienten sorprendentemente realistas gracias al trabajo de los coreógrafos y la habilidad de los actores.

Las interpretaciones son, sin duda, el corazón de la película. Ray Winstone, en el papel de Jack Regan, está absolutamente deslumbrante. Su Regan es un hombre profundamente arraigado en su entorno, un individuo con una moralidad distorsionada y un código propio que a menudo choca con el de la ley. Winstone no lo presenta como un héroe o un villano; lo muestra simplemente como *es*: un policía brutal, honesto, apasionado y, en ocasiones, increíblemente despiadado. Ben Drew, como George Carter, ofrece un contrapunto sutil pero efectivo a la intensidad de Regan. Su pragmatismo y su sentido del deber, aunque a veces limitantes, son lo que mantiene a la pareja a flote. La química entre los dos actores es palpable y es fundamental para el éxito de la película.

El guion, adaptado de la serie, se centra en una investigación de tráfico de drogas que se entrelaza con temas de corrupción policial y de la presión social. La trama es compleja y a veces confusa, pero la película se permite dar espacio a la exploración de las motivaciones de los personajes, así como para mostrar las consecuencias de sus actos. No es una historia lineal y, en ciertos momentos, parece que la película se adentra más en la psicología de los personajes que en la resolución del caso. A pesar de algunas inconsistencias, el guion logra transmitir un sentido de urgencia y una atmósfera de paranoia que atrapa al espectador desde el principio hasta el final.

En definitiva, "The Sweeney" es mucho más que una simple película de acción policial. Es una obra que explora la ambigüedad moral, la corrupción y la fragilidad de la justicia. Es un retrato crudo y honesto de una época y, sobre todo, una reflexión sobre la naturaleza humana. Es un clásico que merece ser redescubierto.

Nota: 8/10