The Tourist (2010)

“The Tourist” es una película que, a pesar de su premisa aparentemente sencilla, se distingue por una ambigüedad cautivadora y una atmósfera que, de manera magistral, te envuelve en la elegancia y el misterio de Venecia. La película, dirigida por Martin McQuade, no es una comedia romántica convencional, sino una exploración del deseo, la identidad y el impacto de las decisiones que tomamos, incluso cuando no somos conscientes de sus consecuencias. La trama inicial, que presenta a Frank (Aaron Taylor-Johnson) como un hombre torpe y vacilante huyendo de un corazón roto en Estados Unidos, es solo el punto de partida para una historia mucho más compleja y sorprendente.

Aaron Taylor-Johnson ofrece una actuación sólida como Frank. Su personaje es inicialmente un hombre desorientado y poco seguro de sí mismo, y el actor logra transmitir esa vulnerabilidad con una naturalidad que es clave para conectar con el espectador. Sin embargo, lo que realmente destaca de la película es la interpretación de Gemma Chan como Elise. Su personaje es un enigma desde el principio: una mujer misteriosa y reservada que parece moverse con una conciencia extraña, y la química entre Taylor-Johnson y Chan es palpable, alimentando la tensión romántica y el suspense que impregna la película. Chan, en particular, domina la pantalla, aportando una complejidad y una inteligencia a su personaje que lo hacen extraordinario.

El guion, coescrito por Julian Fellowes y Jim Pugh, es lo que verdaderamente eleva la película. La historia se desarrolla a través de la lente de la perspectiva de Frank, lo que crea una sensación de inmediatez y obliga al espectador a cuestionar la veracidad de lo que ve. La película no se adhiere a una lógica lineal; en cambio, juega con la percepción del tiempo, la memoria y la realidad, presentando al espectador con pistas fragmentadas y dejando que él mismo intente armar el rompecabezas. Las escenas en Venecia son espectaculares, empleando con maestría la arquitectura y los canales de la ciudad como un personaje más, intensificando la sensación de exotismo y peligro al mismo tiempo. La dirección de fotografía, con los colores vibrantes y la luz suave, contribuye a la atmósfera envolvente, creando imágenes que se quedan grabadas en la memoria. Aunque el ritmo puede sentirse algo pausado en algunos momentos, este lentitud se justifica en la necesidad de construir la tensión y el misterio.

La película no ofrece respuestas fáciles ni finales felices tradicionales. En cambio, se centra en el viaje interior de Frank y en cómo sus acciones, impulsadas por la atracción y el deseo, lo llevan a un lugar inesperado. La película, aunque disfrutable por sí misma, es también una reflexión sobre la importancia de tomar responsabilidad por las decisiones que tomamos, incluso si esas decisiones surgen de un impulso irracional. Es una película que te invita a pensar y a interpretar, que te deja con preguntas sin respuesta y con una sensación de incomodidad placentera. "The Tourist" no es una comedia romántica convencional, sino un thriller psicológico con un halo de sofisticación y una trama ingeniosa.

Nota:** 7.5/10