They Call Me Bruce? (1982)

“They Call Me Bruce Lee” es una película que se presenta como un homenaje, un guiño a la leyenda de Bruce Lee, y aunque en ciertos momentos logra captar el espíritu de la acción explosiva y la irreverencia del maestro, termina siendo un ejercicio de estilo sobrecargado que, en última instancia, se diluye en su propio deseo de ser similar. La trama, centrada en el personaje de Ken (interpretado por el carismático y, debo decir, sorprendentemente físico Kevin Lee), un emigrante chino que trabaja como repartidor de la “Harina China” –un producto aparentemente inútil y peligroso– por todo Estados Unidos, es, a primera vista, bastante olvidable. Sin embargo, esa simplicidad es precisamente su virtud, permitiendo que el filme se centre en sus peculiaridades y en las situaciones absurdas en las que se ve envuelto.

La dirección de Andrew Panin se esfuerza por imitar el estilo visual de las películas de kung fu clásicas de los años 70, con planos dinámicos, escenas de lucha coreografiadas con un toque campy y una paleta de colores vibrante que, en esencia, funciona. No obstante, a veces la estética se vuelve repetitiva y hasta artificiosa. El uso de filtros y efectos especiales, aunque contribuyen a la atmósfera visual, a veces estropean la credibilidad de las secuencias de acción, haciéndolas parecer un poco artificiales. La película no se atreve a romper con el estilo, y esa falta de riesgo es notable.

La actuación de Kevin Lee es, sin duda, el punto fuerte de la película. Demuestra una gran agilidad física y un humor contagioso, convirtiéndose rápidamente en el personaje más simpático de la trama. Aunque el resto del elenco, compuesto por personajes excéntricos y caricaturescos, no destaca particularmente, cada uno contribuye a la atmósfera general de caos y humor. Sin embargo, muchos de ellos parecen estar en un nivel de actuación que prioriza el compromiso con el guion que la caracterización del personaje.

El guion, escrito por Panin, presenta momentos de brillante ingenio, especialmente en sus diálogos llenos de referencias a la cultura pop y a la historia de los combates callejeros. Sin embargo, la estructura narrativa es bastante fragmentada, con numerosas subtramas que, a menudo, no se conectan entre sí de manera satisfactoria. Hay una sensación de que se pretendía construir un universo narrativo rico y complejo, pero en el proceso se pierde la coherencia. Además, la trama principal se complica con el desarrollo de personajes secundarios que, aunque divertidos, restan protagonismo al personaje principal y alargan innecesariamente el metraje.

En definitiva, “They Call Me Bruce Lee” es una película con potencial, que se ve empañada por un exceso de ambición y una falta de enfoque. Logra momentos de diversión y acción, pero la trama se vuelve confusa y el estilo visual, aunque evocador, se siente forzado. Es una película que podría haber sido mucho mejor si hubiera sabido equilibrar su homenaje a Bruce Lee con una narrativa más sólida y una dirección menos artificiosa. Es una película para aquellos fans del cine de acción de los 70 que estén dispuestos a tolerar algunas inconsistencias en busca de momentos de entretenimiento.

Nota: 6/10