“Thor: Love and Thunder” es, en definitiva, una película de acción deslumbrante y, a pesar de sus fallas, sorprendentemente emotiva. Taika Waititi, el director, regresa con su particular sentido del humor, pero esta vez, se atreve a combinarlo con momentos genuinamente conmovedores, ofreciendo una experiencia cinematográfica que se aparta significativamente de las entregas previas del Thor. La película se aleja de la épica heroica tradicional para explorar el viaje interior de Thor, un personaje que, en ocasiones, se ha perdido en su propio poder y en la lucha contra los enemigos de Asgard. Esta búsqueda de la paz, le permite a Taika Waititi introducir un elemento de introspección que, aunque no siempre coherente, contribuye a un Thor más complejo y vulnerable.
La trama, impulsada por la amenaza de Gorr el Carnicero de Dioses, es inherentemente atractiva. Christian Bale ofrece una interpretación aterradora y convincente como el villano, elevando el nivel del antagonismo, un aspecto que a menudo se ha considerado carente de profundidad en las películas del MCU. Sin embargo, el guion presenta algunas lagunas narrativas y la sucesión de situaciones cómicas, aunque a veces efectivas, puede resultar excesiva y distraer del desarrollo de la historia principal. A pesar de esto, el choque entre el humor descarado y la amenaza existencial es un elemento central que, en ocasiones, funciona brillantemente.
La inclusión de Jane Foster como la Poderosa Thor es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Natalie Portman aporta una presencia imponente y una interpretación sólida a este nuevo rol, y su relación con Thor se convierte en el corazón emocional de la historia. La dinámica entre los dos personajes evoluciona de manera orgánica, ofreciendo momentos de ternura y de confrontación, explorando temas como la responsabilidad, el sacrificio y la aceptación. Chris Hemsworth, por su parte, se muestra más introspectivo y vulnerable que nunca, mostrando un Thor que lucha por comprender su propio lugar en el universo.
En cuanto a la dirección, Waititi logra un equilibrio entre el espectáculo visual, con escenas de acción impresionantes y efectos especiales de vanguardia, y los momentos de humor y drama. Las secuencias de batalla están coreografiadas con una energía contagiosa, y la banda sonora, compuesta por Mark Williams, complementa a la perfección la atmósfera épica y cósmica de la película. No obstante, la película carece de la cohesión y la profundidad de las mejores entregas del MCU, pero la energía y la vitalidad de los actores y la dirección compensan en gran medida las deficiencias.
En definitiva, “Thor: Love and Thunder” es una aventura cósmica entretenida y visualmente deslumbrante, que ofrece una perspectiva diferente del personaje de Thor y explora temas complejos como la pérdida, el dolor y la búsqueda de la identidad. Aunque no alcanza la excelencia de algunas de sus predecesoras, es una película que vale la pena ver por su acción, su humor y su mensaje emotivo.
Nota: 7/10