Thor: Tales of Asgard (2011)

‘Thor: Tales of Asgard’ no es la joya de la corona del MCU, ni tampoco la que más espera la audiencia después de las últimas entregas de ‘Avengers’. Sin embargo, esta película, un relato en formato de relatos que se inserta en el universo Marvel, ofrece un respiro refrescante y una oportunidad para explorar un Thor más joven y sus relaciones fraternales de manera más sutil. La premisa, la búsqueda de la Espada Perdida de Sutur, se presenta como un viaje de aventura lo suficientemente cautivadora como para mantener la atención, aunque con la comprensión de que estamos ante una pieza menor dentro del vasto tapiz narrativo de los Diez Anillos.

La dirección de Patty Jenkins, conocida por su trabajo en ‘La Voz del Silencio’, aporta una sensibilidad particular a la película. Jenkins logra evocar un ambiente de fantasía nórdica con una estética visual que, si bien no es revolucionaria, es limpia, elegante y llena de detalles que contribuyen a crear un mundo creíble y atractivo. La película se beneficia de la clara intención de alejarse del tono a veces caótico de las películas de superhéroes más recientes. La acción es dinámica pero contenida, priorizando la construcción de personajes y la exploración de sus motivaciones. La banda sonora, compuesta por Jane Keenen, también es de destacar, aportando un componente emocional que complementa perfectamente las imágenes.

Las actuaciones son sólidas. Chris Hemsworth se acerca más a la representación de un Thor adolescente, vulnerable y a menudo impulsivo. Su relación con su hermano Loki (Tom Hiddleston, como siempre, sublime) es el núcleo emocional de la película, y el desarrollo de su dinámica es el aspecto más gratificante. Hiddleston aporta un equilibrio perfecto de astucia, humor y malicia, estableciendo un contraste interesante con la inmadurez de su hermano. El resto del elenco, incluyendo a Ray Stevenson como Volstagg, Jason Sudeikis como Fandral y Darcy Lewis, desempeñan sus papeles con aplomo y contribuyen al ambiente general de la película.

Sin embargo, el guion presenta algunas fallas. Aunque la historia tiene momentos de ingenio y personajes interesantes, la trama no está exenta de clichés y algunos diálogos son un poco forzados. La amenaza de los Gigantes de Hielo, si bien efectiva en términos visuales, carece de la profundidad y el desarrollo que merecería. El ritmo, a veces, se siente irregular, con momentos de acción intensa seguidos de breves interludios que no logran aprovechar al máximo el potencial de la historia. A pesar de estos inconvenientes, la película ofrece una visión refrescante de los personajes y su relación, con un tono menos centrado en el espectáculo desbordante. La película se centra en el viaje de autodescubrimiento de Thor y en la importancia de la familia, temas que resuenan particularmente en el contexto del universo Marvel.

Nota: 6.5/10