Todo a la vez en todas partes (2022)

“Todo a la vez en todas partes” es, sencillamente, una explosión de creatividad cinematográfica que redefine los límites de la narrativa de ciencia ficción. Daniel Kwan y Daniel Scheinert, los directores, no solo nos presentan un concepto intrincado, sino que lo ejecutan con una audacia visual y emocional que deja al espectador atónito y, a la vez, profundamente conectado con la historia.

La película se construye sobre la premisa de una ruptura dimensional que fragmenta la realidad, pero va mucho más allá de la simple explicación científica. Evelyn Wang, interpretada con una intensidad palpable por Michelle Yeoh, es una inmigrante china que lucha por mantener sus negocios, su matrimonio y sus sueños en medio del ajetreo de Nueva York. Su vida, aparentemente ordinaria, se ve sacudida por una amenaza que la obliga a abrazar una nueva, y completamente surrealista, identidad. Yeoh ofrece una actuación magistral, demostrando una increíble versatilidad y una profundidad emocional que impulsa la narrativa hacia adelante. Su Evelyn no es una heroína convencional, sino una mujer cansada, vulnerable y, paradójicamente, extraordinariamente resiliente. La química entre Yeoh y Ke Huy Quan, quien interpreta a Waymond Wang, su esposo, es excepcional, aportando momentos de humor y ternura cruciales para equilibrar la intensidad de la trama.

La dirección es absolutamente revolucionaria. El uso del ‘bullet time’, la fotografía caleidoscópica y las transiciones vertiginosas no son meros artificios visuales, sino herramientas para comunicar la disorientación y la fragmentación que experimenta Evelyn. La película constantemente desafía las expectativas del espectador, presentando saltos temporales y entre mundos que son tanto desconcertantes como hipnotizantes. El guion, coescrito por los directores, es inteligente, ingenioso y, a veces, profundamente conmovedor. No rehúye la complejidad de la trama, pero la presenta con un ritmo frenético y una claridad sorprendente. La película explora temas como la identidad, la familia, el sacrificio y la búsqueda de significado, todo ello envuelto en un paquete de ciencia ficción vertiginosa.

Sin embargo, la película no está exenta de algunos defectos. Algunas de las escenas más surrealistas pueden resultar abrumadoras para algunos espectadores. La trama, por su complejidad, puede requerir cierta atención y, posiblemente, una segunda visionada para comprenderla completamente. No obstante, estos pequeños inconvenientes palidecen en comparación con la originalidad y el impacto general de la película. “Todo a la vez en todas partes” es una experiencia cinematográfica única, una obra que obliga a la reflexión y que, sin duda, dejará una marca imborrable en la memoria del espectador. Es una película que consolida a Daniel Kwan y Daniel Scheinert como una de las voces más prometedoras e innovadoras del cine actual.

Nota: 8.5/10