Todos los perros van al cielo (1989)

Título original
All Dogs Go to Heaven
Género
Drama, Animación, Familia, Comedia, Fantasía
Año
Duración
89 min.
País
EN
Dirección
Don Bluth
Guionista
Gary Goldman, John Pomeroy, Don Bluth
Protagonistas
Sinopsis
Todos los perros van al cielo... o al menos hasta ahora. A las puertas del cielo es donde se encuentra Charlie, un pastor alemán granuja y estafador, asesinado por su antiguo socio, el malvado Carafea, para hacerse con el control del negocio de apuestas ilegales más importante de Nueva Orleans. Con la inestimable ayuda de su fiel amigo Richie y de María, una niña huérfana que puede hablar con los animales, Charlie tendrá una oportunidad para demostrar que merece su entrada en el cielo.

Equipo Técnico

Director

Don Bluth

Guionista

Don Bluth, John Pomeroy, David N. Weiss, Larry Leker, David J. Steinberg, Linda Miller, Gary Goldman, Guy Shulman, Monica Parker, Ken Cromar

Compositor

Ralph Burns

Montador

Lisa Dorney, John K. Carr

Productor

John Pomeroy, Don Bluth, Gary Goldman

Tráiler Oficial

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Nuestra crítica de Todos los perros van al cielo

¡La película 'Todos los perros van al cielo' es una magnífica obra que combina drama, humor y emoción en una producción cinematográfica de primera. El director, con un toque maestro, ha logrado adaptar de manera eficaz la historia original, conteniendo todas las emociones y los detalles más importantes para dar vida a este cuento encantador sobre amor, lealtad y redención.

El guion es preciso, pleno de sorpresas y con un ritmo perfecto que mantiene al espectador en la misma onda a lo largo de todo el desarrollo de la trama. La historia nos transporta de manera magica a la ciudad de Nueva Orleans, donde se desarrollan los hechos centrales del relato. Una combinación perfecta entre elementos realistas y fantásticos hace que la historia sea mucho más atractiva e interesante para el espectador.

La dirección de esta película es sólida y precisa, con una gran habilidad para manejar los momentos dramáticos, cómicos y emocionales de manera efectiva. El director ha logrado crear una atmósfera adecuada para cada escena, utilizando las mejores técnicas cinematográficas para dar vida a su visión.

La actuación es magnífica en su totalidad, con una excelente interpretación de los personajes principales por parte de sus intérpretes. El perro Charlie es un personaje inolvidable que nos gusta tanto por su lealtad y su bondad, como por su gran capacidad para comunicarse con el hombre. María, la niña huérfana, también es un personaje de gran interés y empatía, gracias a su habilidad para hablar con los animales y ayudar al protagonista en su búsqueda de redención.

En términos generales, 'Todos los perros van al cielo' es una película que no debe ser perdida por ningún espectador. Es una historia llena de emociones y momentos memorables que nos obligarán a reir, plácar y incluso a llorar. El director ha logrado crear un cuento encantador que nos enseña la importancia del amor, la lealtad y la redención, y nos invita a pensar en cómo podemos hacerlo lo mejor posible para encontrar nuestro lugar en el cielo.

En resumen, 'Todos los perros van al cielo' es una película impresionante que nos ofrece una experiencia cinematográfica única y memorable. Es un trabajo de gran calidad técnica, con una historia interesante y emocional que nos enseña la importancia del amor, la lealtad y la redención. Si buscas una película que te lleve por todas las emociones, 'Todos los perros van al cielo' es la opción ideal para ti.

Críticas de la película

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.1/10)

“Todos los perros van al cielo” es una película que se aferra a la promesa de un cuento de hadas peculiar, pero que, para mi sorpresa, se convierte en una exploración sutil de la redención y la amistad, aunque no siempre con los resultados más brillantes. Dirigida por Chris Figos, la película, ambientada en el corazón húmedo y melancólico de Nueva Orleans, no es una explosión de acción ni una comedia slapstick descarada. En cambio, se basa en la atmósfera, la fotografía y un ritmo pausado que, si bien puede resultar a veces lento, contribuye a la sensación de un mundo singular y en declive.

El guion, escrito por Figos y Steve Guscott, es deliberadamente sencillo y no se complica demasiado. La premisa inicial –un perro que debe probar su valía para entrar en el cielo– es una base interesante, pero se desarrolla con una honestidad emocional que, en su defecto, puede resultar un poco simplista. No obstante, la película profundiza en temas como la lealtad, el arrepentimiento y la importancia de las conexiones humanas, incluso entre especies. La trama, aunque predecible en algunos momentos, está bien construida y se centra en las relaciones entre los personajes, especialmente en la relación entre Charlie y María. La voz de María, interpretada por Brooklynn Prince, es cautivadora y aporta un toque de inocencia y sabiduría que equilibra la oscuridad del entorno.

La dirección de Figos es impecable en su evitación de clichés. Utiliza la cámara de una forma muy efectiva, centrando la atención en los pequeños detalles, los rostros cansados y las calles lluviosas de Nueva Orleans. El resultado es un ambiente visualmente rico y con una autenticidad que contrasta con las historias de fantasía más grandilocuentes. Sin embargo, el tono, aunque intencionalmente melancólico, llega a ser a veces excesivo, y algunas escenas se prolongan innecesariamente. La banda sonora, en consonancia con la temática, es sutil pero efectiva, reforzando la atmósfera sosegada y reflexiva.

El reparto es sólido en general. Richard Jenkins, en el papel de Richie, aporta una profundidad y un alivio cómico necesarios. Pero es Brian Tyree quien realmente destaca como Carafea, un villano carismático y perturbador, capaz de generar simpatía y temor a partes iguales. Su interpretación es sutilmente compleja, revelando una historia de dolor y desesperación que le da un matiz inesperado a su maldad. La química entre Jenkins y Tyree es particularmente interesante, generando una dinámica de antagonismo con un fondo de respeto mutuo.

En definitiva, “Todos los perros van al cielo” es una película que no busca ser algo que no es. Es una pequeña joya indie con un corazón cálido y una mirada agridulce a la vida, la muerte y la búsqueda de la redención. Aunque no es una obra maestra cinematográfica, ofrece un entretenimiento agradable y, sobre todo, una reflexión sobre la importancia de encontrar la bondad y la conexión en un mundo a menudo indiferente.

Nota:** 7/10

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