Tolo Tolo (2020)

“Tolo Tolo” es una película que, sorprendentemente, logra equilibrar la melancolía personal con una suerte de crítica social mordaz, todo envuelto en un tono particularísimo que recuerda al cine de viajes de Checco Zalone. La película de Carlo Vanzoni no busca la grandilocuencia ni la profundización excesiva; se contenta con mostrar la vida de Checco, un apuino frustrado que, tras un emprendimiento fallido, se lanza a la emigración en busca de una vida mejor. Esta búsqueda, lejos de ser una simple aventura, se transforma en una crítica, a menudo agridulce, a la inmigración y las consecuencias de la crisis económica.

El guion, escrito por Vanzoni y Pietro Ubertini, funciona con una economía de medios notables. La trama se centra en la desesperación de Checco, un hombre con una visión idealista que se ve aplastado por la realidad. La película se beneficia de un ritmo pausado, permitiendo al espectador conectar con la desesperación del protagonista, pero también con la calidez y la generosidad de los personajes que se cruzan en su camino. El guion no rehuye los clichés del cine de viajes, pero los subraya con la particularidad del personaje de Checco, un tipo torpe, ingenioso y, sobre todo, profundamente humano. La decisión de ir a Liechtenstein, lejos de ser un simple detalle cómico, se convierte en un reflejo de la ambición y la búsqueda de oportunidades que impulsan a muchos inmigrantes.

Las actuaciones son, en su mayoría, sólidas. Checco Zalone, como es habitual, se muestra en su mejor momento, logrando transmitir la confusión, la frustración y, a veces, la inocencia de su personaje. La película también cuenta con un reparto secundario excelente, con interpretaciones convincentes de actores como Rosario Dawson, Christian Loy y, especialmente, Omar Sharif, cuya presencia, aunque breve, le otorga una elegancia y un misterio a la historia. La química entre los actores africanos es palpable, aportando un toque de autenticidad y humor a las situaciones más dramáticas.

Sin embargo, "Tolo Tolo" no está exenta de fallos. El humor, a veces, es forzado y recurre a gags fáciles que no siempre se integran perfectamente en la trama. La película se adentra en temas delicados como la explotación de inmigrantes y la corrupción, pero no siempre se enfrenta a estos temas con la profundidad que merecen. La conclusión, con su giro inesperado, puede resultar un poco rebuscada, aunque aporta una reflexión final sobre la búsqueda de la felicidad y el sacrificio. En última instancia, la película es un retrato de un mundo globalizado marcado por la desigualdad, la ambición y la esperanza, presentado con un estilo desenfadado que, a pesar de sus imperfecciones, consigue enganchar al espectador.

Nota: 7/10