Tom y Jerry (2021)

“Tom y Jerry: La gran escapada” (o simplemente "Tom y Jerry") es una decepción disfrazada de nostalgia. La película, que intenta capitalizar el legado de la icónica pareja animada, se siente más como un ejercicio de marca que una verdadera evolución de su historia. Aunque visualmente atractiva y con momentos de genuino ingenio, la película peca de excesiva dependencia de trucos visuales y de una trama que se diluye en un caos cómico que, en última instancia, resta sustancia a la experiencia.

La dirección de McHenry es competente, sin duda. Logra mantener un ritmo vertiginoso, saturando la pantalla con secuencias de acción elaboradas y elaboradas, algunas de ellas realmente impresionantes en su ejecución. La animación es, como siempre en las producciones de Illumination, impecable. La fluidez del movimiento, el detalle en los fondos y la expresividad de los personajes son notables. Sin embargo, esa abundancia de efectos especiales y explosiones termina generando una sensación de artificio, desdibujando la esencia de la comedia slapstick que siempre ha caracterizado a Tom y Jerry.

El guion, escrito por McHenry y Chris Bender, es el punto más débil de la película. La trama, centrada en la situación de Kayla, la empleada del hotel, es poco más que un pretexto para que Tom y Jerry se entrometan en la boda de un magnate. La tensión dramática es mínima y la resolución, simplista. Los gags, aunque numerosos, carecen de la chispa original que hacía tan memorables los clásicos. Se recurre a trampas y contra trampas repetitivas, y la comedia a menudo se basa en el simple choque entre los personajes, perdiendo la sutileza y el humor inteligente que definían la dinámica de Tom y Jerry en sus inicios.

Las actuaciones de las voces son decentes, con Eugenio Derbez como Jerry que aporta cierta ternura, aunque su personaje se siente ligeramente plano. Chloë Grace Moretz como Kayla no logra transmitir la desesperación o la angustia que su situación requiere. Sin embargo, el verdadero alma de la película, como siempre, reside en la interpretación de las voces de Tom y Jerry, que, gracias a la maestría de los animadores, conservan la esencia de sus personajes originales. Se puede apreciar un sutil matiz de sarcasmo en la voz de Tom, pero incluso la personalidad del gato queda un poco eclipsada por la omnipresente acción.

En definitiva, "Tom y Jerry: La gran escapada" es una película entretenida pero superficial, que se beneficia del cariño que la gente siente por la pareja animada, pero que no ofrece nada nuevo ni relevante. Es un espectáculo visualmente llamativo, pero que, en última instancia, se queda corto en cuanto a la calidad narrativa y la profundidad emocional. Se siente como una oportunidad perdida para revitalizar la leyenda de Tom y Jerry.

Nota: 6/10