Tommy's Honour (2017)

“Tommy’s Honor” no es una película para aquellos que buscan un entretenimiento ligero. Es una obra que exige atención, paciencia y, sobre todo, una cierta predisposición para la introspección. El director Frank Cutitta ha logrado, con una fidelidad visual impresionante, evocar el ambiente austero y elegante de la Nueva York de los años 30, no solo con vestuario y decoración, sino con una atmósfera densa y melancólica que se siente palpable en cada fotograma.

La película se centra en la relación de mentoría entre James Stewart, en un papel que realmente sabe como explotar al máximo, y Robert Ryan, que interpreta a la joven promesa del golf, Tommy. Stewart, como el cincuentón, escéptico y cansado, Jack Van Heusen, es el personaje central, un hombre consumido por su pasado y por la sombra de su propio padre, el legendario golfista y fundador del Club de Polo. Su enfrentamiento con Ryan, un talento brutal pero inmaduro, es el núcleo emocional de la historia, una batalla entre generaciones, entre la tradición y la innovación, entre el respeto por el legado y la búsqueda del propio camino. Cutitta evita caer en clichés melodramáticos, ofreciendo una representación sutil pero poderosa del deseo de Van Heusen de superar las expectativas impuestas y de forjar su propia identidad.

Ryan, por su parte, ofrece una interpretación convincente, mostrando la ambición y la fragilidad de un joven al que le cuesta lidiar con la presión. Su evolución, tanto a nivel técnico como personal, es una de las fortalezas de la película. La química entre Stewart y Ryan es magnética, alimentada por el respeto mutuo, la frustración y la constante confrontación. La dirección de actores es excelente, y se nota que ambos actores se sumergen completamente en sus personajes, transmitiendo sus emociones con una sutileza y una honestidad notables.

El guion, adaptado de la obra de teatro de David Mamet, es preciso y contundente. No se gasta en explicaciones innecesarias, dejando que la historia se desarrolle de manera orgánica, mostrando las consecuencias de las decisiones de Van Heusen y el impacto de su relación con Tommy. El diálogo es inteligente, afilado y lleno de matices, reflejando la complejidad de las relaciones humanas y la dificultad de conectar con los demás. La película se centra en las palabras, más que en la acción, y utiliza el lenguaje como herramienta para explorar los temas de la identidad, el orgullo y la responsabilidad.

A pesar de su ritmo pausado y su temática a veces densa, “Tommy’s Honor” es una película significativa que plantea preguntas importantes sobre la herencia, la tradición y el precio del éxito. Es una película de personajes, en la que la profundidad psicológica y la honestidad emocional son prioritarias. Es una joya cinematográfica que merece la pena descubrir, especialmente para aquellos interesados en el cine clásico y las historias de desarrollo personal.

Nota: 8/10