Tootsie (1982)

“Tootsie” (1982) no es simplemente una comedia, sino una inteligente reflexión sobre la identidad, el género y las expectativas sociales, envuelta en un entramado hilarante y sorprendentemente conmovedor. La película de George Roy Hill, y en gran parte gracias a la maestría de Elliott Gould, no solo entretiene, sino que provoca una sonrisa pensativa y, quizás, un breve momento de introspección. Gould, como Michael Dorsey, un actor frustrado y atormentado por su temperamento, ofrece una interpretación magistral, imbuida de una vulnerabilidad subyacente que contrasta perfectamente con su habitual bravuconería. Es un personaje complejo, profundamente imperfecto, y la capacidad de Gould para transmitir esa ambivalencia es realmente admirable.

La dirección de Hill es impecable. Maneja el ritmo con una sutileza asombrosa. La película se deleita en los detalles, en las pequeñas situaciones cotidianas que cobran una nueva dimensión cuando se observan a través de la lente de la identidad fingida. La comedia no es explícita ni dependiente de chistes fáciles; se basa en la observación aguda de la dinámica social, en las reacciones de los personajes a los que Michael, ahora "Dorothy," se enfrenta. Los momentos de comedia pastelera se intercalan con escenas de genuina introspección, lo que da como resultado una experiencia cinematográfica rica y variada. La película no tiene miedo a la empatía, explorando las reacciones de quienes se acercan a Dorothy y las consecuencias que esto tiene en su vida.

El guion, adaptado de una obra de teatro de James Hadley, es excepcionalmente inteligente. Va más allá del simple gag de la identidad falsa. Se adentra en temas como la soledad, el deseo de conexión y la búsqueda de la autenticidad. La relación entre Dorothy y su director, Jerry Wind (Bill Murray), es particularmente brillante, llena de momentos de tensión y humor que revelan la complejidad de sus sentimientos y expectativas. Murray, como Jerry, ofrece una actuación igualmente memorable, aportando una vulnerabilidad y un deseo de reconocimiento que complementan a la perfección la figura de Gould. La película, a pesar del tono ligero, plantea preguntas importantes sobre el papel del género en la sociedad y la construcción de la identidad.

Sin embargo, "Tootsie" no es perfecta. Algunos momentos pueden sentirse un poco forzados o la resolución final un tanto apresurada. Pero, en general, la película se mantiene fresca y relevante, incluso cuatro décadas después de su estreno. Es una comedia que te hace pensar, que te hace reír y, tal vez, te invita a cuestionar tus propias creencias y expectativas. Es un clásico del género, un ejemplo brillante de cómo la comedia puede ser a la vez divertida y provocadora.

Nota: 8.5/10