Torrente 5: Operación Eurovegas (2014)

“Torrente 5: Operación Eurovegas” es, para decirlo suavemente, un ejercicio de tolerancia cinematográfica. Sergio Ramos vuelve a encarnar al comisario Torrente, y la película, a pesar de sus evidentes limitaciones, ofrece una dosis considerable de irreverencia y un descarado absurdo que, en cierto modo, se ha convertido en su sello distintivo. Sin embargo, esta entrega se siente, en mi opinión, como la menos sólida de la saga, aunque no por ello carente de momentos que, aunque fugaces, son genuinamente divertidos.

La dirección de Roger Birn es funcional, se centra en el ritmo rápido y en las situaciones caóticas que la premisa demanda. Ramos, como siempre, está a gusto en su papel, entregando diálogos pomposos y gestos exagerados que, a veces, se acercan al parodia. La comedia física es abundante y a veces, la mejor parte de la película. No obstante, la dirección no logra elevar la trama por encima de las convenciones. Se siente una cierta falta de originalidad y una repetición de recursos que han caracterizado a las entregas anteriores.

Las actuaciones son, en general, aceptables. La compañía de Torrente, formada por la siempre cuestionable pero innegablemente graciosa María Valverde y el resto del elenco habitual, ofrece algunos momentos de comedia que no son particularmente memorables, pero cumplen su cometido. La química entre Torrente y Valverde es, como siempre, un factor clave para el disfrute de la película, aunque el desarrollo de su relación, esta vez, es superficial y poco convincente. Los secundarios, con actores como Jacobo Relozano y Juan Luis García, aportan alivio cómico y cierta frescura, aunque sus personajes son meras caricaturas.

El guion es, sin duda, el punto más débil de la película. La trama de la operación en Eurovegas es predecible y carente de profundidad. Las situaciones absurdas se suceden sin una justificación lógica y el ritmo se acelera de manera desmedida, dejando poco espacio para el desarrollo de los personajes y la construcción de un conflicto real. El intento de introducir elementos de crítica social, a través de la referencia a la corrupción y la desigualdad, es demasiado superficial y se reduce a bromas fáciles. La película se aferra a la fórmula de la acción exagerada y la comedia slapstick, evitando cualquier riesgo narrativo.

En definitiva, "Torrente 5: Operación Eurovegas" es una película para aquellos que disfrutan del humor irreverente y del espectáculo visual, pero que no exigen una trama compleja o un guion bien construido. Es un entretenimiento ligero y desechable, que no dejará una impresión duradera. Si buscas una experiencia cinematográfica estimulante o reflexiva, esta no es tu película.

Nota: 6/10