Tracers (2015)

“Tracers” es un espectáculo visualmente impactante, un torbellino de acción y adrenalina que, a pesar de sus propensiones a caer en clichés, logra ofrecer una experiencia cinematográfica entretenida y, en ocasiones, sorprendentemente memorable. La película, dirigida por James DeMartinis, se presenta como un thriller de acción modernizado, aprovechando al máximo el formato del *messenger boy*, un oficio que, aunque poco conocido, resulta ideal para crear una narrativa visualmente dinámica y llena de oportunidades de coreografías espectaculares.

La película se centra en Cam (Taylor Lautner), un joven mensajero de Nueva York, cuyas rutinas de entrega de paquetes se ven interrumpidas por deudas con una peligrosa organización criminal. Lautner, a pesar de ser conocido por su papel en la saga Crepúsculo, demuestra una notable versatilidad actoral, entregando una interpretación convincente de un tipo callejero con un corazón noble pero atrapado en circunstancias difíciles. Su vulnerabilidad y determinación, combinadas con la exigencia física del papel, son elementos que conectan con el espectador.

El punto fuerte de “Tracers” reside en la dirección y la coreografía de las escenas de acción. Las secuencias de parkour y acrobacia son impecables, diseñadas con un cuidado asombroso que respeta tanto la lógica física del movimiento como la estética visual. La película domina el arte de la cámara lenta, el montaje rápido y las transiciones creativas, utilizando estos recursos para intensificar el impacto de cada salto, cada carrera, cada caída. La banda sonora, que pulsa con energía y ritmo, complementa a la perfección la acción en pantalla, creando una atmósfera de tensión constante.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. El guion, a pesar de la premisa intrigante, cae en algunos momentos en lugares predecibles y recurrente en el género. Los personajes secundarios, con excepciones notables, son planos y carecen de profundidad, funcionando más como peones en el tablero de acción que como individuos complejos. La trama, aunque mantiene el interés durante la mayor parte de su duración, no ofrece un giro argumental particularmente original ni una resolución satisfactoria. Se siente que la historia podría haber sido enriquecida con un mayor desarrollo de sus relaciones y motivaciones. El uso excesivo de clichés del género, como el “duro” jefe de la mafia y el final de acción desenfrenado, a veces resta fuerza a la narrativa.

A pesar de estas debilidades, “Tracers” es una película que vale la pena ver, especialmente para aquellos que disfrutan del cine de acción vertiginoso. Es un festín visual que celebra la agilidad humana y la belleza del espacio urbano, con una interpretación sólida de Taylor Lautner y una dirección que valora la técnica y la creatividad. Si buscas un entretenimiento inmediato, con coreografías impresionantes, este es tu film.

Nota: 6.5/10