Transporter 2 (2005)

“Transporter 2” es una película que, en el fondo, se siente como un ejercicio de estilismo y pura adrenalina. Dirigida por Louis Leterrier, quien ya demostró su talento en “Ahora me ves”, la película se entrega a un ritmo frenético que, aunque a veces resulta agotador, es innegablemente entretenido. Leterrier se centra en la acción pura y dura, utilizando la cámara de manera magistral para crear momentos de espectacularidad visual que son la columna vertebral de la película. No se preocupa demasiado por el desarrollo profundo de personajes; en cambio, construye su narrativa en torno a la persecución implacable y la coreografía de acción coreografiada con precisión. El resultado es una película visualmente impactante, pero que puede resultar algo superficial en cuanto a su narrativa.

Jason Statham, como siempre, ofrece una actuación física convincente. Su Frank Martin es un tipo duro, un ex-mercenario que se ha alejado del mundo de la violencia, pero que no duda en volver a él cuando le importa alguien. Statham se especializa en este tipo de roles y su actuación es un claro ejemplo de su dominio en las escenas de acción. No es un personaje complejo, pero su presencia en pantalla es innegablemente atractiva. Sus movimientos son precisos, su cara refleja la dureza y su voz, grave y pausada, refuerza su imagen de superviviente. Sin embargo, las actuaciones secundarias, especialmente las de los actores que interpretan a la familia secuestrada, carecen de profundidad y se limitan a cumplir su función narrativa.

El guion de Rob Heck et al. se centra en la trama de un rescate que, aunque emocionante, es un tanto predecible. La historia de la familia secuestrada y la exigencia del secuestrador, Ricardo Tobín (Benicio del Toro), no aportan sorpresas significativas. Las motivaciones de los villanos son vagas y las resoluciones, aunque efectivas en términos de acción, no están precisamente llenas de matices. El guion hace uso de clichés del género, como el coche de alta gama utilizado para escapar, la persecución implacable en las calles de Miami, y la culminación explosiva. A pesar del ritmo rápido, la trama se siente un poco desprovista de originalidad.

A pesar de sus defectos narrativos, “Transporter 2” goza de un excelente trabajo de dirección en la puesta en escena de las secuencias de acción. Leterrier, junto con el equipo de efectos especiales, consigue crear momentos de alta tensión y espectacularidad que justifican la visita al cine. Las persecuciones son fluidas y dinámicas, con un uso inteligente del entorno urbano de Miami, y las explosiones, aunque exageradas en ocasiones, son visualmente impactantes. La banda sonora, compuesta por Clint Mansell, complementa a la perfección el ritmo frenético de la película y contribuye a crear una atmósfera de tensión constante. En definitiva, la película es un espectáculo visual que, aunque no profundiza en la complejidad de sus personajes o en la originalidad de su trama, es un ejemplo de cómo la acción bien coreografiada puede ser un atractivo innegable.

Nota: 6.5/10