“Trato ilegal” se presenta como una película de acción y venganza de ritmo frenético, pero que, en última instancia, se queda un poco corta en su ambición. El argumento, basado en la historia de un joven que busca justicia tras la muerte de su padre a manos de la mafia, es familiar y, en esencia, predecible. Sin embargo, la película logra generar cierta tensión y un interés inicial gracias a la forma en que explora la escalada de violencia y la desintegración familiar. La idea central de un estudiante universitario, ajeno al mundo del crimen, forzado a tomar las riendas de su destino es atractiva, aunque el desarrollo de los personajes secundarios no alcanza la profundidad necesaria para realmente conectar con el espectador.
La dirección de Rodrigo Asis es sólida y mantiene un flujo constante de acción. Se nota un trabajo importante en la planificación de las secuencias de confrontación, que son visualmente impactantes y dinámicas. A pesar de la abundancia de explosiones y persecuciones, la película logra, en algunos momentos, crear un ambiente de suspense inquietante. Sin embargo, a veces la dirección se siente un poco superficial, recurriendo a clichés y a soluciones narrativas demasiado rápidas para darle pie a la reflexión. Se nota la intención de apurar el ritmo para evitar que la historia se estanque, pero esto también contribuye a una sensación de falta de desarrollo.
La actuación de Wilson De León Jr. es el corazón de la película. El joven actor ofrece una interpretación convincente como un personaje que evoluciona drásticamente a lo largo de la historia. Transmite con éxito la transformación de un joven inseguro y vulnerable en un hombre decidido y, a veces, despiadado. El resto del elenco, incluyendo a los actores que interpretan a los miembros de la mafia, son decentes, pero sus personajes carecen de complejidad y profundidad. Sus motivaciones son claras, pero no se exploran con suficiente detalle, lo que los convierte en figuras más funcionales que en individuos realmente memorables. La química entre De León Jr. y su madre, interpretada por Mariana Pajares, es uno de los puntos fuertes de la película, aportando un elemento emocional importante a la trama.
En cuanto al guion, “Trato ilegal” presenta algunas fallas. Aunque las escenas de acción son efectivas, el diálogo es a menudo forzado y poco natural. Hay momentos en los que la historia se siente apresurada y carente de sustancia. Algunos giros argumentales, aunque no completamente inesperados, podrían haber sido manejados con mayor cuidado para evitar que resulten poco creíbles. Además, la película no se detiene a suficiente profundidad en las consecuencias de las acciones de los personajes, dejándolos en un estado de resolución abrupta al final. Se podría haber explorado el impacto psicológico de la violencia y la venganza en los protagonistas de una manera más efectiva.
A pesar de sus defectos, “Trato ilegal” ofrece un entretenimiento sólido, especialmente para aquellos que buscan un thriller de acción rápido y lleno de adrenalina. Sin embargo, la película podría haber sido mucho más que una simple fórmula de acción, si hubiera profundizado en sus personajes y explorado las implicaciones emocionales de la historia.
Nota: 6/10