Travesía salvaje (2019)

“Travesía Salvaje” (Wilderness), la nueva propuesta de Nicolas Cage, es un ejercicio de locura controlada que, paradójicamente, funciona gracias a la innegable intensidad de su protagonista. Más que una película de acción, es una suerte de alegoría sobre la fragilidad de la moralidad y la búsqueda del oro fácil, aunque la ejecución a veces se siente un tanto desorientada. La película, en esencia, sigue al ya conocido personaje interpretado por Cage, un hombre atormentado por su pasado, que se embarca en un viaje marítimo con un cargamento de animales exóticos, con la intención de convertir la experiencia en una ganancia económica. Lo que el lector (y el espectador) no sabe es que el barco, aparentemente idílico, alberga a un peligroso criminal en fuga, lo que desencadena una cadena de eventos desastrosos y sangrientos.

Dirigida por los hermanos Jeremiah y Travis Ryan, la película tiene un ritmo frenético y, en algunos momentos, desorientador. La puesta en escena es robusta y evoca la atmósfera claustrofóbica de un barco repleto de animales salvajes, lo que contribuye a la tensión palpable que permea la narrativa. La dirección de fotografía, con sus luces y sombras, refuerza la sensación de peligro inminente. Sin embargo, a pesar de la estética cuidada, la película a veces se pierde en un exceso de clichés del género de terror y suspense, recurriendo a sobresaltos gratuitos y situaciones exageradas que, aunque entretenidas, disminuyen la efectividad de la historia. A pesar de esto, la filmación de la jungla, en las escenas que la incluyen, es espectacular y transmite una sensación de inmensidad y misterio que es fundamental para el desarrollo de la trama.

Nicolas Cage ofrece, como es habitual, una actuación magistralmente caótica. Su interpretación del personaje es un torbellino de ira, desesperación y una soledad desgarradora. Aunque su actuación a veces puede parecer excesiva, es precisamente su entrega total lo que hace que el personaje sea tan entrañable, a pesar de sus errores. El resto del elenco, aunque con menos profundidad, cumple su cometido. Special mention merece a la actriz que interpreta a la joven ingenua que se une al viaje, su fragilidad es palpable y contribuye a la sensación de vulnerabilidad que impregna la película. No obstante, las secundarias tienen un desarrollo muy limitado.

El guion, adaptado de un cuento de Ray Bradbury, se basa en premisas interesantes pero no siempre las explora con la profundidad que merecen. La idea de un hombre obsesionado con la riqueza y la codicia, que se encuentra enfrentado a sus propios demonios internos y a una amenaza externa, es poderosa, pero la resolución final resulta algo apresurada y poco satisfactoria. El planteamiento de la extinción de especies y la consideración de la vida silvestre como mercancía, aunque presente, no se profundiza lo suficiente. La película se centra más en la acción y el gore que en la reflexión social. La película no intenta ser innovadora, y se conforma con ser un thriller de acción con elementos de terror, sin ofrecer nada particularmente original.

Nota: 6/10