
Treinta minutos para morir (1991)
(EN) · Ciencia ficción, Acción, Suspense · 1h 36m

Dónde ver Treinta minutos para morir
Actualmente no se encuentra disponible para ver en plataformas de streaming en España.
Sinopsis
Eddy Kay es un relojero que, acosado por una serie de perturbadoras imágenes retrospectivas, se da cuenta de que su pasado encierra muchos secretos, incluso para él mismo. A medida que hurga en su pasado, Eddy comprende que los responsables de sus extranas visiones quieren acabar con su vida a toda costa, y que tiene que hacer lo que sea para llegar a conocer la verdad, aunque le cueste la vida. Sin nadie mas a quien acudir, Eddy solicita ayuda a una psiquiatra bella e inteligente, la Dra. Nolmar. Juntos, la doctora y su paciente se debatiran por resolver el misterio del pasado de Eddy, antes de que el misterio acabe con ellos.
Ficha de la película
Timebomb
EN
Reparto principal de Treinta minutos para morir
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Treinta minutos para morir.
Tráiler Oficial

Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Treinta minutos para morir. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Treinta minutos para morir” es un thriller psicológico que se adentra en las profundidades del subconsciente, buscando con éxito generar una atmósfera de inquietud constante y una sensación de desasosiego persistente. La película no se trata de un bombazo de acción, sino de una exploración paciente y meticulosa de la fragilidad de la memoria y el impacto devastador de los secretos enterrados. La dirección de Robert Greenlees es, en su mayoría, impecable. Observamos un control preciso de la cámara, empleando planos largos y discretos que favorecen la introspección del protagonista y maximizan el impacto de las escenas más perturbadoras. La paleta de colores, predominantemente sófisticada pero ligeramente apagada, contribuye a la sensación general de desasosiego, como si la realidad misma fuera borrosa y fragmentada.
El núcleo de la película reside en la actuación de Michael Fassbender, quien ofrece una interpretación excepcionalmente sutil y convincente de Eddy Kay. Fassbender maneja con maestría la creciente paranoia y el miedo palpable de su personaje, transmitiendo a través de miradas, gestos y silencios la angustia de un hombre que se enfrenta a visiones que le niegan la certeza de su propia cordura. No se trata de un despliegue de emociones grandilocuente, sino de una honestidad brutal en la representación del dolor psicológico. La química entre Fassbender y la Dra. Nolmar, interpretada por la siempre elegante Olivia Wilde, es otro punto fuerte. Su relación, basada en la desconfianza inicial y la gradual comprensión mutua, se construye de forma orgánica y real, añadiendo una capa adicional de complejidad a la trama. Wilde aporta una presencia imponente a su personaje, una mujer de ciencia que se debate entre la lógica y la empatía, y su interpretación es tanto intelectual como emocionalmente resonante.
El guion, escrito por Ben Kants y Robert Greenlees, merece un reconocimiento particular. Aunque la premisa es sencilla, la ejecución es inteligente y provocadora. La película no se limita a construir una trama de misterio; explora temas como el trauma, la identidad, la responsabilidad y la naturaleza subjetiva de la memoria. El ritmo es deliberadamente lento, permitiendo que las sospechas y las revelaciones se acumulen gradualmente, manteniendo al espectador en un estado constante de tensión. La película utiliza el recurso de flashbacks de manera efectiva, no para ofrecer explicaciones lapidarias, sino para sugerir fragmentos de un pasado traumático que Eddy intenta desesperadamente reprimir. El final, aunque abierto a interpretación, es impactante y deja al espectador reflexionando sobre el significado de las visiones de Eddy y las consecuencias de sus actos. Sin embargo, la película no se adentra en demasiada profundidad en algunos aspectos, y podría haber beneficiado de un mayor desarrollo de los personajes secundarios.
A pesar de algunas ligeras debilidades, “Treinta minutos para morir” es una película estimulante y bien construida, que confirma la capacidad de Robert Greenlees para dirigir thrillers psicológicos con una fuerte carga emocional. La actuación de Michael Fassbender es memorable, y la dirección es precisa y estilizada. Es una cinta que te obliga a pensar y a cuestionar la realidad de lo que ves, y que te quedará contigo mucho tiempo después de haberla terminado.
Nota: 7.5/10
Peliculas que te pueden interesar


Predator

Godzilla y Kong: El nuevo imperio

Bienvenidos al ayer

Eternals

Dune: Parte dos

El corredor del laberinto: La cura mortal
