Tres ladrones y un león (2022)

“Tres ladrones y un león” es una comedia criminal que, a pesar de su premisa descabellada, logra ser sorprendentemente conmovedora y profundamente humana. La película, dirigida con maestría por Anders Thomas Jensen y Joachim Rørsted, no se limita a presentar una historia divertida de pequeños delincuentes y un animal gigante, sino que explora las complejidades de la vida, la amistad, el perdón y la búsqueda de un lugar en el mundo. La película se centra en Kasper, Jesper y Jonathan, tres jóvenes ladrones que se han establecido en el tranquilo pueblo de Kardemomme, encontrando inesperadamente un hogar, y un amigo, en un león llamado Bjørn. Lo que comienza como una serie de robos inofensivos se convierte en un torbellino de eventos que desafían la estabilidad del pueblo y, lo más importante, las vidas de los tres personajes.

El guion, coescrito por Jensen, es brillante. No es simplemente humor visual, aunque la película es visualmente muy atractiva, con tomas llenas de detalles y situaciones cómicas genuinas. La comedia emerge de la interacción entre los personajes, de sus constantes desafíos, de las dificultades inherentes a su estilo de vida, y de la honestidad con la que retratan sus personalidades. La trama se desarrolla a un ritmo natural, permitiendo que la relación entre los ladrones y el público se fortalezca con el paso del tiempo. La película, en su núcleo, es una reflexión sobre la necesidad de encontrar significado y propósito, incluso en los lugares más inesperados. La constante amenaza del oficial de policía, Harald, es un elemento recurrente que añade tensión y un toque de humor negro, pero nunca eclipsa la calidez de las relaciones que se desarrollan.

Las actuaciones son excepcionales en todos los niveles. Mads Mikkelsen, en el papel de Harald, aporta un equilibrio perfecto entre la seriedad de un oficial de policía y la vulnerabilidad de un hombre que anhela la tranquilidad. Su interpretación es sutil pero efectiva, logrando que el espectador simpatice con él a pesar de sus acciones. Sin embargo, la verdadera joya de la película son los tres jóvenes protagonistas: Brenton Thwaites, Thomas Bovery y Milo Neumann. Sus interpretaciones son magistrales; capturan la ingenuidad, la confusión y la lealtad con una autenticidad conmovedora. Cada uno de ellos aporta una faceta diferente al grupo, creando una dinámica rica y llena de matices. La química entre ellos es palpable y fundamental para el éxito de la película.

Además, la película incorpora elementos sorprendentes como la terapia de grupo, la música y el amor, no como un final feliz, sino como un catalizador para el crecimiento personal. La dirección aprovecha al máximo el ambiente del pueblo, creando una atmósfera de intimidad y conexión. “Tres ladrones y un león” es una película que te roba el corazón, no solo por su humor, sino por su capacidad para tocar fibras sensibles. Es una comedia inteligente, divertida y con un toque de melancolía que te hará reflexionar sobre la vida y las relaciones humanas.

Nota: 8/10