True Legend (2010)

“True Legend” es una película que, en su núcleo, ofrece una historia de redención y justicia, pero que, al final, se queda corta en su ejecución. El relato de Su Qi-Er, un mercader de la dinastía Qing despojado de su fortuna y ahora transformado en un guerrero anónimo conocido como el “Rey de los Mendigos”, es inicialmente prometedor. La premisa – un hombre rico que, humillado y abandonado, decide utilizar sus habilidades para luchar contra la corrupción y la opresión – es un clásico del cine de acción y la película explora la dualidad de su personaje con interés. Sin embargo, el desarrollo de la trama y la dirección carecen de la profundidad y la complejidad que podría haber elevado la película a algo verdaderamente memorable.

La dirección de Chan Hon-ki es, en su mayoría, competente. Logra recrear con cierta fidelidad el ambiente de la China imperial, dotando a las escenas de acción con una estética visual cuidada. La coreografía de las artes marciales, fundamental para el género, es de alta calidad, y las peleas son dinámicas y visualmente impactantes. Sin embargo, la película a veces recurre a un estilo visual excesivamente estilizado que, en lugar de intensificar la atmósfera, la resta. La paleta de colores, aunque rica, puede resultar estridente en ciertos momentos, y el uso de efectos especiales, aunque bien realizados, a veces eclipsan la narrativa principal. Es un estilo que, aunque busca emular la ópera china, termina resultando un poco artificioso y distante de la experiencia emocional que busca generar.

La actuación de Andy Lau es, sin duda, el punto más fuerte de la película. Su interpretación de Su Qi-Er es matizada y convincente. Logra transmitir tanto la humildad de un hombre humillado como la determinación de un guerrero decidido. Su capacidad para expresar un amplio rango de emociones, desde la desesperación hasta la furia y la compasión, es impresionante. Las actuaciones secundarias, por otro lado, son menos memorables. Si bien cumplen su función, carecen de la profundidad y el carisma que se espera de un elenco que rodea a un protagonista tan desarrollado. Algunos personajes parecen esbozos, cumpliendo un rol meramente funcional en la trama.

El guion, sin embargo, es el elemento más débil de la película. La trama se arrastra en algunos momentos, y las motivaciones de ciertos personajes no están suficientemente exploradas. La historia de venganza, aunque central, no está contada con suficiente originalidad y, en ciertos puntos, cae en clichés. El desarrollo de la relación entre Su Qi-Er y una joven campesina, que se convierte en una figura clave en su lucha, es superficial y carente de química real. La película podría haber explorado las implicaciones morales de la violencia y las consecuencias de las acciones del protagonista, pero se limita a presentar un esquema narrativo tradicional y predecible. La banda sonora, aunque evocadora, a veces resulta demasiado teatral y desentonada con el tono general de la película. En definitiva, “True Legend” es un esfuerzo interesante que, a pesar de contar con elementos positivos, no logra consolidarse como una obra sobresaliente del género.

Nota: 6/10