Tuesday (2024)

“Tuesday” no es una película fácil. A pesar de su premisa, que podría parecer directamente sacada de un cuento de hadas grotesco, la película de Mike Flanagan, director de “The Haunting of Hill House” y “Doctor Sleep”, logra construir una atmósfera de inquietud y dolor profundo que te acompañará mucho después de que terminan los créditos. La película no se basa en el miedo explícito, sino en la constante sensación de que algo está mal, que la realidad que conocemos es frágil y que la esperanza es un recurso que se agota rápidamente.

El corazón de la película reside en la relación entre la madre, Ellie, interpretada con una vulnerabilidad y una fuerza inquebrantable por Elisabeth Shue, y su hija, Theo, personificada por Piper Culpepper. Shue ofrece una actuación magistral, transmitiendo la desesperación de una madre que rechaza la inevitable realidad de la enfermedad terminal de su hija con una intensidad desgarradora. No es una interpretación melodramática, sino más bien una representación cruda y honesta de la negación como mecanismo de defensa. Piper Culpepper, en su debut en el cine, es igualmente impresionante, logrando capturar la fragilidad y la determinación de una adolescente lidiando con una condición devastadora. La química entre ambas actrices es palpable y fundamental para la fuerza emocional de la historia.

La dirección de Flanagan es meticulosa y se centra en la construcción del ambiente. La paleta de colores es deliberadamente apagada, dominada por tonos grises y ocres que refuerzan la sensación de un mundo descolorido y decadente. El uso de la cámara es sutil, a menudo centrado en los rostros de los personajes, permitiendo que la mirada del espectador se enfoque en sus emociones. La presencia del pájaro parlante, un elemento que podría haberse sentido forzado o barato, es manejada con un delicado equilibrio. El pájaro, interpretado por la voz de Justin Long, no es un monstruo caricaturesco, sino un catalizador que obliga a los personajes a confrontar sus miedos y sus creencias. Su diálogo, aunque a veces excesivamente didáctico, sirve para explorar temas complejos como la fe, la mortalidad y la naturaleza del sufrimiento.

El guion, adaptado de un cuento corto de Thomas Liggett, es inteligente y provocador. Flanagan no ofrece respuestas fáciles; en cambio, presenta una exploración honesta de los límites de la fe y de la lucha por aferrarse a la esperanza en medio de la desesperación. La película plantea preguntas difíciles sobre el significado de la vida, la naturaleza de la muerte y la necesidad de aceptar el dolor inevitable. Si bien algunas de las interpretaciones de los diálogos podrían fortalecerse, la fuerza de la premisa y la exploración emocional general son innegables. La película no busca entretener, sino provocar la reflexión y la empatía.

En definitiva, “Tuesday” es una película sombría y melancólica, pero también profundamente conmovedora. Es un recordatorio de que el dolor es una parte inevitable de la vida, y que a veces la única forma de enfrentarlo es abrazarlo con valentía y compasión. No es una experiencia fácil, pero es una película que merece ser vista y debatida.

Nota: 7.5/10