Tyler Perry's Madea on the Run - The Play (2017)

“Tyler Perry’s Madea on the Run – The Play” no es una obra maestra cinematográfica, pero sí un espectáculo teatral revitalizado y, sorprendentemente, bastante disfrutable para los fans de la saga. Perry ha sabido capturar la esencia del personaje de Madea, la matriarca de Georgia, y trasladarla a un formato cinematográfico que, a pesar de sus limitaciones, funciona con una energía contagiosa y un humor afilado que sabe tocar el público con una precisión brutal. La premisa, una Madea huyendo de la justicia, ofrece un marco divertido y propicia una serie de situaciones cómicas que, aunque predecibles, se ejecutan con soltura y un dinamismo que mantienen al espectador enganchado.

La dirección de Perry es impecable en su capacidad para traducir el ambiente de un teatro lleno de vida al cine. La puesta en escena, con la casa de Bam como un escenario central, genera una sensación de cercanía y familiaridad. La cámara, aunque a veces un tanto estática, se ajusta a la naturaleza de la obra de teatro, enfocándose en los actores y el desarrollo de los diálogos. Hay momentos donde la fotografía podría haber sido más elaborada, pero la prioridad se centra en la transmisión de la energía y el caos inherentes al personaje de Madea. Lo que sí logra la película es recrear esa atmósfera de risa nerviosa y desbordada que se siente en un teatro repleto.

Nigel Starr como Bam ofrece un contrapunto perfecto a la excéntrica Madea. La química entre ambos es genuina, creando momentos de humor sutil y también de ternura. El resto del reparto, compuesto por personajes secundarios recurrente en la saga, cumple con creces. La actuación de Paula Patton como Cora, la hija de Madea, es notable, mostrando una evolución del personaje que va más allá de la simple rollo de "madre comprensiva". Sin embargo, la película no escapa de la tendencia de Perry a utilizar estereotipos y simplificaciones en la caracterización de algunos personajes, aunque esto no resta valor a la alegría general del espectáculo.

En cuanto al guion, es evidente que Perry se basa en el material que ha desarrollado a lo largo de los años. Los diálogos, a veces un poco forzados, se complementan con situaciones absurdas y revelaciones impactantes. La trama, aunque sencilla, se beneficia de la personalidad de Madea y su capacidad para generar problemas y soluciones improvisadas. Si bien la historia no aporta nada particularmente original, la fuerza del personaje y el ritmo rápido de la acción logran mantener el interés del espectador. El humor, en general, es accesible y dirigido al público más amplio, evitando tópicos demasiado controvertidos. A veces, la comedia se basa en la confrontación con la ley y la autoridad, un elemento recurrente que, si bien es un elemento central del personaje, podría haberse explorado de una manera más profunda.

Nota: 7/10