UHF (1989)

“UHF” (1997) no es una película que te haga reflexionar sobre la crisis existencial, pero sí te ofrece una experiencia cinematográfica tan estimulante y peculiar que se ha convertido en un clásico involuntario del cine independiente. Directa, irreverente y sorprendentemente audaz para su época, la película de David Firth y Mark Lewis celebra la absurdidad, la creatividad y la locura de la programación televisiva, y lo hace con una energía inagotable.

La dirección de Firth y Lewis es lo que realmente impulsa la película. No se limitan a contar una historia; crean un universo propio, una realidad alternativa donde la televisión se convierte en el escenario de un conflicto desesperado entre dos personajes increíblemente estrambóticos: George, interpretado con una encarnación perfecta de vulnerabilidad y ambición por parte de Steve Zahn, y el antagonista, Harry, brillantemente personificado por Michael McGuire. La puesta en escena es meticulosa, desde el diseño de los sets hasta la recreación de los anuncios de televisión que inundan la pantalla, todo está pensado para sumergir al espectador en esta realidad alternativa. La dirección se vale de la cámara a tocadiscos, un recurso que le da un aire documental y, a la vez, refuerza el espíritu de inventiva que impregna la película.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Steve Zahn, en un papel que inicialmente podría parecer cómico y superficial, logra transmitir la ambición frustrada y la desesperación de George de una manera que resulta sorprendentemente conmovedora. McGuire, por su parte, se transforma en un villano caricaturesco pero inquietantemente convincente, aportando un tono siniestro y amenazante que contrasta perfectamente con la exuberancia de la película. Las secundarias también destacan, con interpretaciones que contribuyen a la atmósfera única y excéntrica del universo creado por la película.

El guion es el corazón de “UHF”. La trama, aparentemente sencilla, se transforma en un complejo entramado de situaciones absurdas, chistes internos y referencias a la cultura pop de los años 80. La película no se toma en serio a sí misma, abrazando la parodia, la sátira y el humor negro de una manera que resulta refrescante y original. La brillantez del guion reside en su capacidad para convertir lo ordinario en extraordinario, para encontrar la comedia en los detalles más insignificantes. La película va más allá de la simple parodia; explora la relación entre el individuo y los medios de comunicación, cuestionando la naturaleza de la programación televisiva y su impacto en la sociedad. No obstante, a pesar de su humor, la película presenta un fondo de melancolía, reflejando la soledad y la incomprensión de George, un hombre atrapado en una vida que no encaja.

En definitiva, "UHF" es una película que merece ser vista y revisada, no solo por su humor, sino por su originalidad, su dirección impecable y sus actuaciones memorables. Es una joya del cine independiente que sigue siendo tan fresca y divertida como el día en que se estrenó. Una película que, incluso después de tantos años, sigue sorprendiendo por su ingenio y su espíritu libre.

Nota: 8.5/10