Ultimatum (1982)

“Ultimatum” (2013) es una película de acción y espías que, a primera vista, se presenta como otra más del saturado género, repleto de explosiones, persecuciones y diálogos de “misión imposible”. Sin embargo, al analizarla con mayor profundidad, se revela un thriller político inquietante, aunque con algunas fallas que limitan su potencial. La película, dirigida por James Gray, se centra en la tensión palpable entre la diplomacia y la amenaza inminente de un ataque terrorista de proporciones globales.

La historia gira en torno a Jack Brice (Bryan Cranston), un agente de la CIA con un pasado turbulento y un código moral complejo. Su misión es, aparentemente, simple: determinar si Rusia está involucrada en la amenaza terrorista que busca destruir la mitad de las reservas petrolíferas del mundo, a cambio de la liberación de prisioneros israelíes. La narrativa, sin embargo, va más allá de la trama principal al explorar las motivaciones ocultas del personaje de Cranston y la desconfianza que lo consume. Gray opta por un estilo visual elegante, con tomas largas y cuidadosas que reflejan la soledad y la desesperación del protagonista. La película no se apresura a revelar sus cartas, lo que contribuye a mantener al espectador enganchado, aunque a veces a un ritmo pausado que puede resultar frustrante para aquellos que buscan acción desenfrenada.

El corazón de la película reside en la interpretación de Bryan Cranston. Su interpretación de Jack Brice es magistral. No se limita a representar un hombre endurecido por la experiencia, sino que profundiza en la carga emocional que su pasado le impone. Cranston logra transmitir la complejidad del personaje, su lucha interna entre su deber y su conciencia. El resto del elenco, que incluye a Robert Downey Jr. y Léa Seydoux, cumplen con sus roles, aunque sin alcanzar la misma profundidad que Cranston. Downey Jr., en particular, aporta un toque de humor negro que contrasta con la seriedad de la situación. Seydoux, como la enigmática Nadia, se presenta como una figura seductora e inquietante, cuya lealtad es constantemente cuestionada.

A pesar de sus virtudes, "Ultimatum" no está exenta de fallas. El guion, a veces, recae en clichés del género y en diálogos demasiado expositivos. La resolución del conflicto, aunque satisfactoria, parece algo apresurada y no totalmente justificada por los acontecimientos previos. Sin embargo, la dirección de Gray, con su enfoque en la atmósfera y la psicología de los personajes, eleva la calidad general de la película. La película logra crear una sensación de paranoia y desconfianza que impregna cada escena, haciéndola particularmente atractiva para aquellos que aprecien un thriller político con matices. El uso de la música electrónica es efectivo para intensificar la tensión.

Nota: 7/10