Un amor sin fin (2020)

“Un Amor Sin Fin” es una película que, a pesar de abordar temas complejos como la muerte, el duelo y la esperanza, no logra alcanzar la profundidad emocional que su premisa sugiere. La historia, centrada en Riley y Chris, dos adolescentes unidos por un amor intenso, se ve afectada por una tragedia que los separa en el más allá, obligándolos a buscar una manera de volver a encontrarse. La película se construye sobre una premisa intrigante y el concepto de un amor eterno, pero el desarrollo narrativo y la dirección no logran aprovechar plenamente su potencial.

La dirección de Ben Spector es, en general, correcta, visualmente agradable y con una paleta de colores que refleja la melancolía y la atmósfera onírica que busca establecer. Hay momentos particularmente bellos, especialmente en las escenas que intentan capturar la esencia de la memoria y el recuerdo. Sin embargo, la película cae en la tentación de recurrir a imágenes simbólicas excesivas, a veces sin una justificación clara en el guion, lo que diluye el impacto emocional. A pesar de ello, la fotografía es un punto fuerte y contribuye a crear un ambiente particular.

Las actuaciones son, en su mayoría, sólidas. Millie Alcott como Riley transmite con convicción el dolor y la culpa que la atormentan. Su interpretación es natural y creíble, y logra conectar con el espectador a través de su vulnerabilidad. Daniel DiMatteo, quien interpreta a Chris, ofrece un papel más desafiante, obligado a representar un ser que ha trascendido el plano físico, y aunque el personaje es a veces caricaturesco, DiMatteo mantiene la compostura y la dignidad necesarias para no restar valor a la historia. La química entre los dos actores es perceptible, lo cual es fundamental para que la relación entre Riley y Chris resulte convincente.

El guion es donde la película realmente debilita. Si bien la idea de un amor que trasciende la muerte es atractiva, la ejecución resulta plana y a menudo predecible. El desarrollo de la trama se basa en saltos lógicos y soluciones mágicas que, aunque puedan resultar entretenidas a corto plazo, terminan por parecer forzadas. La resolución final, en particular, es algo simplista y carente de matices, dejando un regusto amargo y la sensación de que se ha evitado abordar las complejidades emocionales que la historia podría haber explorado con mayor profundidad. Se siente como si se hubiera presentado la premisa, se hubiera filmado, y luego se sintió apresurado para llegar a un final satisfactorio. El desarrollo del conflicto central, la culpa y el proceso de duelo de Riley, se percibe como superficial.

En definitiva, "Un Amor Sin Fin" es una película con potencial, pero que no logra cumplirlo. Aunque presenta un concepto interesante y cuenta con buenas actuaciones, la dirección y el guion carecen de la sustancia y la profundidad necesarias para elevarla por encima de un melodrama genérico. Se podría haber transformado en una historia conmovedora y reflexiva, pero la película se queda en un nivel superficial, perdiendo la oportunidad de explorar temas profundos con mayor inteligencia y sensibilidad.

Nota: 6/10