Un Camino de Fe (2022)

“Un Camino de Fe” es una película sorprendentemente sólida y conmovedora, una fábula deportiva que se erige como un estudio profundo sobre fe, convicción y la difícil búsqueda de valores en un mundo en constante cambio. Dirigida por Robert Redford, la película no busca sorpresas narrativas ni giros argumentales espectaculares, sino que se centra en la evolución del personaje de Eric Gordon, interpretado magistralmente por Matt Damon. Redford, conocido por su compromiso con el cine independiente y sus temas de reflexión, entrega un relato con una dignidad y una quietud que son difíciles de encontrar en el género deportivo.

Damon ofrece una interpretación increíblemente sutil y humana. Su Eric Gordon es un hombre honesto, un entrenador que cree en la importancia de la disciplina, el trabajo duro y el desarrollo integral del joven atleta. Su fe no se expresa con sermones o discursos grandilocuentes, sino a través de su ejemplo y su dedicación inquebrantable. La película no glorifica la victoria a toda costa, sino que explora las consecuencias del dogmatismo y la importancia de un enfoque más amplio de la educación y el desarrollo personal. La tensión entre Gordon y el director de la escuela, interpretado con una frialdad implacable por Brian Dennehy, es el corazón del conflicto, y la dinámica entre ambos actores es genuina y convincente. Dennehy no lo pinta como un villano caricaturesco, sino como un hombre convencido de tener la razón, un hombre a su manera tan apasionado por el éxito de sus alumnos, aunque a su manera.

El guion, escrito por Robert Towne, se beneficia de una narrativa pausada y deliberada. Se permite el tiempo para desarrollar los personajes y explorar las implicaciones de las decisiones de Gordon. La película evita caer en clichés del género deportivo, y en cambio, se centra en el proceso de aprendizaje tanto de los jóvenes atletas como del propio entrenador. La fotografía de Caleb Drake es particularmente notable, capturando la belleza del paisaje rural y la atmósfera de modestia del pueblo. Las escenas en el campo de béisbol, aunque no abundantes, están filmadas con una elegancia y una atención al detalle que resaltan la importancia del deporte en la vida de estos jóvenes. Se percibe la añoranza por los valores tradicionales, contrastando con la impersonalidad del sistema educativo moderno.

Si bien el ritmo puede resultar algo lento para algunos espectadores acostumbrados a narrativas más vertiginosas, “Un Camino de Fe” recompensa la paciencia del espectador con una historia reflexiva y emocionalmente resonante. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que invita a la reflexión sobre la importancia de la fe, la integridad y el impacto de nuestras decisiones. Es una película que te queda en la mente mucho después de que los créditos finales han terminado. Una película que, en definitiva, invita a cuestionar lo que realmente importa en la vida.

Nota: 8/10