Un día de esos (2025)

“Un día de esos” (A Perfect Summer, en su título original) no es una explosión cinematográfica ni una película que redefine el género dramático romántico. Sin embargo, se trata de una comedia ligera y sorprendentemente conmovedora que, en la entrega de Corey Stoll y Sam Claflin, logra un encanto especial. La película se erige como un ejercicio de equilibrio, logrando el tono justo entre la comedia absurda y la reflexión sobre la amistad y el amor, elementos que, a menudo, se ignoran en el género.

La dirección de Sean Anders es precisa y cautivadora. No se complica con elaboradas técnicas visuales, sino que se enfoca en construir una atmósfera real y accesible. La película se desarrolla en un entorno cotidiano – un pequeño apartamento en Austin, Texas – que, paradójicamente, se convierte en el escenario de un drama que requiere una intensidad emocional considerable. Anders evita el melodrama excesivo, permitiendo que la tensión y la comedia surjan naturalmente de las interacciones entre los personajes. La banda sonora, cuidadosamente elegida, refuerza la atmósfera y contribuye al impacto emocional de algunas escenas.

La química entre Sam Claflin y Corey Stoll es el corazón de la película. Stoll, en un papel que exige una gran dosis de comedia física y expresividad, entrega una actuación absolutamente hilarante. Su Dreux es un hombre torpe, un poco desordenado, pero con un corazón enorme. La contraparte, Claflin, como el atractivo y aparentemente despreocupado músico, logra transmitir una vulnerabilidad y una inseguridad que compensan su fachada de chico malo. La evolución de su personaje, a medida que se ve amenazado con perderlo todo, es especialmente convincente. La relación entre Dreux y Alyssa se construye gradualmente, no como un romance inmediato, sino como una amistad forjada en la adversidad y el caos. Es esta relación, este vínculo genuino, lo que eleva la película por encima de un simple cuento de 'qué pasaría si'.

El guion, coescrito por Corey Stoll y Sean Anders, es inteligente y bien estructurado. Si bien la premisa inicial, un hombre que defrauda a su novia y a su compañero de piso, es bastante común, el guion se distingue por la forma en que explora las consecuencias de esta situación. No se trata solo de solucionar el problema económico, sino de enfrentar las complejidades de la amistad, la comunicación y la responsabilidad. Hay momentos de genuino humor, como las situaciones cómicas que surgen a medida que Dreux intenta desesperadamente impresionar a la nueva novia de Alyssa, pero también hay momentos de gran ternura y emoción. La película, aunque a veces se apresura un poco al presentar algunos arcos argumentales, logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo ágil y a sus personajes entrañables.

En definitiva, "Un día de esos" es una comedia romántica refrescante que, aunque no apunta a ser un gran éxito de taquilla, ofrece una experiencia cinematográfica agradable y gratificante. Es una película que se queda en la mente por su capacidad para evocar emociones positivas y por su celebración de la amistad y el amor en su forma más simple e imperfecta. No es una obra maestra, pero sí un buen rato.

Nota: 7/10