Un domingo cualquiera (1999)

“Un Domingo Cualquiera” (A League of Their Own) no es simplemente una comedia deportiva; es una carta de amor al espíritu de una época, a la resiliencia femenina y, sobre todo, a la búsqueda del propio propósito en medio de la incertidumbre. La película de Penny Marshall, estrenada en 1992, ha resistido el paso del tiempo, no solo por su encanto clásico, sino por la profundidad de sus personajes y la forma en que aborda temas como la desigualdad de género, el sueño americano y el impacto de la fama.

La película se centra en un grupo de mujeres que, durante la Segunda Guerra Mundial, se unen a una liga de béisbol de mujeres para mantener la moral alta y apoyar a los hombres que luchan en el frente. Marshall crea un ambiente cálido y contagioso, lleno de humor, ternura y drama. El ritmo de la película es impecable, equilibrando momentos de risa con escenas conmovedoras que te hacen reflexionar sobre la vida, el amor y la importancia de la comunidad. La dirección de Marshall es magistral, utilizando la cámara y la música para crear una atmósfera inmersiva que te transporta directamente a los campos de béisbol de la década de 1940.

Las actuaciones son, en general, excepcionales. Guinda, como Kit Keller, es radiante y carismática, personificando la fuerza y el ingenio de estas mujeres. Thompson, como D’Amato, aporta una autenticidad sorprendente a un personaje que podría haber sido caricaturesco. Pero, sin duda, la estrella indiscutible es Madonna, que, sorprendentemente, captura la esencia de una joven y ambiciosa jugadora. Su interpretación es sutil, madura y llena de matices, demostrando que es mucho más que un simple ícono pop. Los actores secundarios, como Tom Selleck o Rosie O’Donnell, completan el elenco con brillantez, aportando un toque de comedia y diversión. La química entre los actores es palpable y contribuye significativamente al éxito de la película.

El guion, adaptado de la obra teatral de Lloyd Berry, es inteligente y bien construido. No rehúye las complejidades de la época, explorando las dificultades que enfrentaban las mujeres en un mundo dominado por los hombres. A través de los personajes, la película cuestiona los roles de género tradicionales y celebra la independencia y el espíritu emprendedor de las mujeres. Si bien el argumento es sencillo, la película logra explorar temas importantes de una manera accesible y entretenida. La escena en la que las jugadoras cantan “This Land Is Your Land” es icónica, convirtiéndose en un himno a la esperanza y la determinación. Es una reflexión poderosa sobre el significado del patriotismo y la responsabilidad individual.

En definitiva, "Un Domingo Cualquiera" es una película atemporal que sigue resonando con el público de hoy en día. Es un homenaje al talento femenino, un retrato de una época difícil y una celebración de la vida. Una película que te hace reír, llorar y, sobre todo, inspirarte a perseguir tus sueños.

Nota: 9/10