Un gran día para ellas (2008)

“Un gran día para ellas” (A Great Day to Go Out) no es una revolución cinematográfica, pero sí una película encantadora y refrescante que ofrece un respiro en el panorama actual. La película, dirigida por Andrew Tierney, se adscribe a un género particular, una comedia dramática que explora la búsqueda de la independencia y la amistad femenina, y lo hace con una honestidad y un toque de ironía que la distinguen. El guion, aunque no sobresaliente en términos de originalidad, se centra en la transición de Guinevere Pettigrew (interpretada con maestría por Imogen Stubbs) de una vida solitaria y limitada a un mundo de glamour y sofisticación. Su cambio, impulsado por una injusticia laboral, es el motor que impulsa la narrativa y proporciona un punto de partida sólido para el desarrollo de sus personajes.

Stubbs, una actriz experimentada, ofrece una interpretación sólida y creíble de una mujer que, a pesar de su edad, conserva una vitalidad interior y un sentido del humor agudo. Su Guinevere es una mujer que, al principio, se muestra un poco torpe y fuera de lugar en el mundo de Delysia Lafosse (interpretada con gracia por Elizabeth Debicki). Sin embargo, a medida que se sumerge en este nuevo entorno, aprende a abrazar su propia individualidad y a encontrar su lugar. El contraste entre la actitud inicial de Guinevere y su evolución es uno de los puntos fuertes del personaje y, por ende, de la película. La química entre Stubbs y Debicki es palpable, dando vida a una amistad improbable pero genuina, construida sobre el entendimiento mutuo y el respeto.

La dirección de Tierney es discreta pero efectiva. No se inclina por la exageración ni por el melodrama, sino que se centra en los detalles cotidianos, en las pequeñas conversaciones y en las miradas reveladoras. La película sabe capturar la atmósfera lujosa y glamorosa del mundo del espectáculo, sin caer en la superficialidad. Los escenarios y el vestuario son impecables, contribuyendo a crear una sensación de autenticidad en este nuevo universo para Guinevere. La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, complementa a la perfección la narrativa y refuerza las emociones de los personajes.

Si bien el guion no ofrece giros inesperados o tramas complejas, sí que cumple su función de explorar temas como la amistad femenina, la búsqueda de la felicidad y la importancia de romper con las expectativas sociales. La película, en definitiva, es una historia sobre encontrar el valor en uno mismo y sobre la capacidad de reinventarse a cualquier edad. No es una película que te dejará boquiabierto, pero sí que te acompañará con una sonrisa y te hará reflexionar sobre la belleza de la amistad y la importancia de no rendirse ante los desafíos.

Nota: 7/10