Un lugar tranquilo 2 (2021)

“Un Lugar Tranquilo 2” (A Quiet Place Part II) no solo continúa la historia visceral y claustrofóbica de la familia Abbott, sino que también demuestra una ambición visual y narrativa que, aunque no alcanza la perfección, se acerca considerablemente a elevar el género del terror tenso y psicológico. La película se aleja ligeramente del establecimiento inicial de reglas y tensión de la primera entrega, optando por un enfoque más amplio, un viaje y una exploración de las consecuencias del trauma. La historia no se centra únicamente en el susto inmediato, sino que se adentra en la narrativa de la pérdida y la búsqueda de esperanza, dos temas que resonaron profundamente en la original.

La dirección de Scott Freidt, asistido por la visión de John Krasinski, es magistral en la creación de una atmósfera de paranoia constante. El uso de la fotografía, con sus largas tomas y el marcado contraste entre la oscuridad y la luz, es impecable. Krasinski, que también actúa, domina el arte de la comunicación no verbal, transmitiendo la inmensa carga emocional y el miedo implícito de sus personajes a través de miradas y gestos. La película se beneficia de la experiencia cinematográfica de Freidt, quien aporta una fluidez y un dinamismo que complementan a la perfección la visión de Krasinski. Hay momentos de puro terror, sí, pero también momentos de dulce, agridulce, ternura familiar que se equilibran de manera efectiva.

El guion, coescrito por Krasinski, Scott Freidt y Michael G. Wilson, presenta una construcción narrativa más compleja que la primera entrega. Si bien la premisa básica – evitar el ruido – sigue siendo fundamental, la película expande el mundo que la rodea, introduciendo nuevos personajes y dinámicas que enriquecen la historia. El enfrentamiento con los invasores se siente más orgánico y con mayor justificación, evitando la sensación de *deus ex machina* que podría haber restado peso dramático. Las actuaciones son sobresalientes. Millicent Simmonds, en particular, se muestra aún más madura y poderosa como Regan, demostrando una habilidad excepcional para transmitir sus emociones con tan pocos recursos. Noah Jupe ofrece un retrato conmovedor de su hermano Soren, y Cillian Murphy, en un papel secundario, aporta una profundidad y una melancolía inquietantes. Sin embargo, el desarrollo de algunos personajes secundarios resulta algo superficial, lo que puede restarle impacto a la historia en algunos momentos.

A pesar de las mejoras en el guion y las actuaciones, “Un Lugar Tranquilo 2” no logra alcanzar la intensidad y la singularidad del original. La tensión, aunque constante, se siente ligeramente menos palpable debido a la mayor extensión de la historia y a la introducción de elementos que, a veces, divergen del foco principal. Aun así, es una secuela ambiciosa y efectiva, que demuestra el potencial del equipo creativo y refuerza el género del terror moderno. Es una película que te mantiene en vilo, que te obliga a prestar atención a cada sonido y te recuerda, de manera implacable, la fragilidad de la vida y la importancia de la comunicación. Nota: 7.5/10