Un pequeño cambio (2010)

“Un pequeño cambio” (Un Commonplace Thing) es una película que, a pesar de no ser un desastre absoluto, se siente un tanto vacía y confusa, como el propio personaje de Kassie, a la que da una Jennifer Aniston que, aunque aporta su carisma habitual, parece carecer del peso emocional necesario para llevar adelante la historia. La película, adaptada del relato homónimo de Jeffrey Eugenides, explora las complejidades del deseo, la maternidad, la identidad y las relaciones humanas, pero con una ejecución que, en última instancia, resulta un poco decepcionante.

El guion, adaptado por la propia Aniston y otros, intenta construir una narrativa multifacética que oscila entre el drama romántico y el estudio psicológico. La relación entre Kassie y Wally (Billy Crudup), su antiguo amigo, es el corazón de la película. Crudup ofrece una actuación notable, logrando capturar la neurosis y la inseguridad de su personaje con una sutileza admirable. Su Wally es un hombre atormentado por el pasado, que encuentra una extraña y perturbadora conexión con el hijo de Kassie, Sebastian. La química entre Aniston y Crudup, aunque no siempre explosiva, es genuina y contribuye a la atmósfera peculiar de la película. Sin embargo, la historia se siente a veces torpe en su intento de equilibrar estas diferentes capas.

Thomas Robinson, como Sebastian, es un niño adorable y, a la vez, inquietante. Su comportamiento excéntrico y sus manías, que son el eje de la relación con Wally, son presentadas con un toque de humor negro que funciona a veces muy bien, pero otras, se siente forzado. La película nunca profundiza lo suficiente en la psicología de este niño, limitándose a mostrarlo como un catalizador para los conflictos internos de los adultos. La dirección de Mark Andruszkiewicz es discreta, sin caer en grandilocuencias ni artificios. La fotografía, a pesar del ambiente urbano de Nueva York, es sobria y, en ocasiones, casi impersonal, lo que refuerza la sensación de distancia emocional que la película genera.

El tema central, la búsqueda del deseo y la aceptación de las decisiones que tomamos en la vida, se aborda con una cierta ambigüedad. La película no ofrece respuestas fáciles ni juicios moralizantes. Más bien, presenta una visión fragmentada y a veces contradictoria de la vida, dejando al espectador la tarea de interpretar las motivaciones de los personajes. Este enfoque, aunque interesante, también contribuye a la sensación de que la película no está completamente convencida de lo que quiere decir. El ritmo es pausado, incluso lento, y la segunda mitad, en particular, podría haberse beneficiado de una mayor dinámica.

En definitiva, “Un pequeño cambio” es una película con potencial que, lamentablemente, no logra alcanzar la excelencia. Es un ejercicio de estilo interesante pero superficial, que ofrece algunos momentos de lucidez y emoción, pero que también se ve afectado por una dirección poco audaz y un guion que, en algunos tramos, se siente desorientado. Aunque la actuación de Billy Crudup merece ser reconocida, la película en general no cumple con las expectativas generadas por su premisa intrigante.

Nota: 6/10