Un plan brillante (2007)

“Un Plan Brillante” es una película que, a primera vista, parece un cliché del thriller de los años 60, pero que, sorprendentemente, logra construir una narrativa tensa y sofisticada gracias a una dirección segura y a las interpretaciones convincentes de su reparto. La película, en su esencia, es un estudio sobre la desigualdad de género en un entorno corporativo opresivo, encubierto tras la fachada de un plan criminal aparentemente extravagante.

La dirección de Neil Jordan (conocido por “Wendy and Lucy” y “The Belly”) es el punto fuerte de la cinta. Jordan construye un ambiente de Londres de principios de los 60 con una meticulosidad admirable, recreando con detalle la atmósfera de una ciudad en plena transformación, un crisol de modernidad y tradición. El uso de la música, predominantemente soul y rhythm and blues, es perfecto y refuerza la sensación de época. Sin embargo, lo más importante es la forma en que Jordan maneja la tensión. Evita caer en la espectacularidad innecesaria, optando por un ritmo pausado, lleno de miradas furtivas y conversaciones cargadas de significado, que mantienen al espectador al borde de su asiento. No es una película de acción convencional; es una película de suspense psicológico, donde la amenaza reside en la sutileza y la planificación.

Las interpretaciones son absolutamente excepcionales. Demi Moore ofrece una actuación matizada, representando a Laura Quinn como una mujer frustrada y ambiciosa, pero también vulnerable y astuta. Su evolución a lo largo de la película es gradual y creíble, pasando de la resignación a la determinación. Pero Michael Caine, como el Sr. Hobbs, es el verdadero corazón de la película. Su personaje, un veterano silencioso y aparentemente insignificante, se revela como una figura clave en el plan, aportando una sabiduría y un contrapunto moral que anudan la trama. La química entre Moore y Caine es palpable, y su relación, que va más allá de la colaboración profesional, añade una capa de complejidad emocional a la historia.

El guion, coescrito por Neil Jordan y Robert Harris, es lo que verdaderamente eleva la película. La trama es ingeniosa, con giros inesperados que nunca se sienten forzados. Además, la película va más allá de la simple trama de robo de diamantes. Se adentra en la crítica social, explorando las limitaciones impuestas a las mujeres en el mundo laboral y la forma en que la desigualdad de género puede manifestarse en la manipulación y el control. El debate sobre la ética y la justicia, planteado sutilmente a lo largo de la película, convida al espectador a reflexionar sobre la naturaleza del poder y la responsabilidad. Aunque la historia inicial es predecible, el guion compensa con detalles significativos que aportan profundidad a los personajes y a su motivación.

En definitiva, “Un Plan Brillante” es un thriller inteligente y bien ejecutado, que debe ser considerado un clásico del género, gracias a su dirección, sus actuaciones y su guion. Es una película que combina el suspense con la crítica social, ofreciendo una experiencia cinematográfica gratificante y provocadora.

Nota: 8/10