Un plan perfecto (Amigos con hijos) (2012)

“Un Plan Perfecto (Amigos con hijos)” es una comedia que, si bien busca entretener con la dinámica de un grupo de amigos, se queda a medio camino, intentando equilibrar una premisa atractiva con una ejecución que, a pesar de algunas luces, carece de la profundidad y el mordisco necesarios para dejar una huella duradera. La película se centra en la decisión de dos de los amigos, Ben y Leo, de embarcarse en la aventura de la paternidad juntos, mientras mantienen sus relaciones románticas existentes. Esta idea, cargada de potencial para explorar las complejidades de la convivencia y las expectativas familiares, se ve diluida por un guion que prioriza el humor superficial y la sucesión de situaciones cómicas predecibles.

La dirección de Mark Etter es funcional, sin aportar nada particularmente innovador o memorable. Se centra en la captura de los diálogos y en la creación de un ambiente festivo y relajado, lo cual, en cierta medida, funciona. Sin embargo, la película carece de un estilo visual distintivo o de una atmósfera que invite a la reflexión. La banda sonora, aunque presente, no aporta un valor significativo a la narrativa. Lo que sí resulta convincente es la dinámica entre los actores, quienes, en su mayoría, transmiten la energía y el caos inherentes a una amistad madura. El reparto, encabezado por los dos protagonistas, se esfuerza por dar vida a personajes con los que el espectador puede conectar fácilmente, aunque los arquetipos son bastante convencionales.

Las actuaciones son un punto fuerte de la película. La química entre los actores es palpable, lo que contribuye a que las escenas de comedia sean más divertidas. Sin embargo, el guion no les da la oportunidad de explorar la complejidad emocional que podría surgir de sus situaciones. La historia se desarrolla a un ritmo demasiado rápido, saltando de una situación a otra sin dar tiempo al espectador para absorber completamente las implicaciones de cada acción. A pesar de algunos momentos de humor genuino, la película recurre con demasiada frecuencia a chistes fáciles y situaciones forzadas que, en última instancia, restan credibilidad a la trama. Se echa en falta un mayor desarrollo de los personajes secundarios, que podrían haber enriquecido la historia y aportado nuevas perspectivas. La película, en definitiva, se queda en la superficie, explorando los desafíos de la paternidad y las relaciones amorosas de una manera poco profunda y poco inspiradora.

Si bien “Un Plan Perfecto (Amigos con hijos)” ofrece un entretenimiento ligero y un buen momento de cine de sofá, no es una obra maestra. Su premisa es interesante, pero la ejecución se queda corta. La película, en resumen, es un esfuerzo decente, pero sin un brillo especial que la haga memorable.

Nota: 6/10