“Un talento increíble” (2021) es un biopic que, si bien ofrece una mirada interesante a la ascensión de Paul Potts al estrellato, también revela ciertas limitaciones en su ejecución narrativa. La película se centra, como es lógico, en la transformación del personaje de Potts, un dependiente de una tienda de música deuddersfield, Inglaterra, en un reconocido cantante de ópera, pero el camino que recorre para llegar a ese punto no siempre se siente creíble o emocionalmente resonante. La película se concentra en el año previo a su victoria en el programa "Britain's Got Talent," presentando un relato acelerado de su vida, sus miedos, sus sueños y, en ocasiones, sus relaciones personales.
La dirección de Stephen Daldry es, en general, cuidada, con una estética visual que evoca el ambiente de la Inglaterra del siglo XXI. Los tonos pastel y las composiciones visuales, aunque agradables a la vista, a veces parecen un poco fríos, distanciando al espectador de la experiencia emocional del protagonista. Daldry, que también es el productor de la película, mantiene un ritmo constante que, sin ser excesivamente frenético, tampoco permite profundizar en las complejidades del personaje de Potts. Hay momentos en los que la película se apoya demasiado en la música, no siempre integrándola de forma orgánica en la narrativa. Se siente que la música, esencial para el éxito del protagonista, es más una herramienta para el espectáculo que parte integrante de la historia.
La actuación de Jamie Dornan en el papel de Paul Potts es, sin duda, un punto fuerte. Dornan logra transmitir con convicción la timidez, la inseguridad y la pasión por la música de Potts. Su interpretación es sutil, elegante, y consigue conectar con la vulnerabilidad del personaje. Aunque a veces se le notan las limitaciones del personaje en su interior, Dornan aporta una humanidad palpable al dependiente que sueña con el estrellato. La película, sin embargo, podría haber beneficiado de un reparto de apoyo más sólido, aunque las interpretaciones de los personajes secundarios son correctas pero no particularmente memorables. La relación de Potts con su madre, interpretada por Alexandra Roach, es desarrollada de manera efectiva, mostrando el apoyo incondicional que le brinda a su hijo.
El guion, escrito por Marcus Woodhull y Dean Brand, es el punto más débil de la película. Si bien la premisa es atractiva y la historia tiene potencial, la ejecución carece de profundidad. Se introducen temas como la soledad, el deseo de superación y la búsqueda de la identidad, pero no se exploran con la suficiente sutileza. Las escenas que podrían haber sido momentos de gran impacto emocional son tratadas con cierta superficialidad. El arco del personaje de Paul Potts se siente a veces forzado, y la película recurre a clichés y momentos predecibles. La película se centra demasiado en el espectáculo de “Britain’s Got Talent”, presentando la competencia como un evento casi caricaturesco, en lugar de explorar las implicaciones emocionales y psicológicas de la victoria de Potts.
A pesar de sus deficiencias, “Un talento increíble” ofrece un entretenimiento decente y cuenta la historia de un ascenso improbable. Jamie Dornan ofrece una actuación convincente y la película tiene el potencial de inspirar al espectador. Sin embargo, la dirección y el guion no logran elevarla por encima de la mediocridad. La película, en última instancia, es un relato de éxito, pero carece del alma y la profundidad que podrían haberla hecho verdaderamente memorable.
Nota: 6/10
