Una bonita mañana (2022)

“Una bonita mañana” es una película que te golpea con una fuerza sorprendente, no por su espectacularidad visual, sino por la honestidad brutal con la que retrata la agonía de la pérdida y la complejidad de las relaciones humanas. Dirigida por Sally Potter, la película no intenta complacer, sino que se atreve a presentar un retrato crudo y sin tapujos de una realidad poco vista en el cine contemporáneo.

La historia se centra en la dinámica entre Joan, interpretada magistralmente por Julianne Moore, y su hija, Emily (previamente interpretada por su hija, Mollie Evans, y posteriormente, por la adulta, Rooney Mara). La película comienza con una atmósfera palpable de desasosiego, un dolor latente que se filtra a través de los diálogos y las miradas. Moore, en particular, ofrece una actuación sublime. Su Joan es una mujer dividida entre la necesidad de cuidar a su padre, un hombre de avanzada edad que sufre una enfermedad neurodegenerativa que lo despoja progresivamente de su identidad, y el deseo de construir un futuro para su hija. La actuación es sutil, pero profundamente emotiva, capturando la frustración, la impotencia y, sorprendentemente, el humor negro que a veces son el único refugio ante la desesperación. Rooney Mara, como la Emily adulta, aporta una vulnerabilidad y un peso emocional que complementan a la perfección la interpretación de Moore. La dinámica entre ambas mujeres es el núcleo de la película y, sin duda, su fuerza más poderosa.

La dirección de Sally Potter es precisa y cuidadosa. Potter evita el sentimentalismo fácil, optando por un enfoque más realista y observador. Utiliza tomas largas y contemplativas para dar espacio a los personajes y a sus emociones. La banda sonora, minimalista y evocadora, refuerza la atmósfera de melancolía y esperanza. La película no se queda en la simple historia familiar; la introducción de un misterioso hombre, interpretado con un encanto melancólico por Paul Giamatti, añade una capa de complejidad al relato. Su relación con Joan, por encima de lo romántico, representa una búsqueda de conexión y de sentido en un mundo que se desmorona a su alrededor. Giamatti aporta una calidez y un carisma que contrasta con el dolor que envuelve a Joan, creando un interesante contraste temático.

El guion, de Emma Thompson, es inteligente y bien estructurado, aunque a veces se siente un poco lento en su desarrollo. La película se centra en el proceso de Joan para encontrar un hogar para su padre, una búsqueda que se convierte en una metáfora de la lucha por mantener el control ante la pérdida. La película no ofrece respuestas fáciles; simplemente muestra la complejidad del proceso, los obstáculos que se presentan y las decisiones difíciles que se deben tomar. La película desafía al espectador a confrontar sus propios miedos y preocupaciones sobre la vejez, la enfermedad y la muerte. Es una película que te quedará en la memoria mucho después de que los créditos hayan terminado de rodar.

Nota: 8/10