Una Cenicienta de moda (2015)

“Una Cenicienta de moda” (2021) no es, precisamente, una revolución narrativa ni una obra maestra cinematográfica. Sin embargo, representa un respiro agradable en el saturado panorama de las comedias románticas modernas y, para algunos, una reivindicación silenciosa de la creatividad y el talento. La película, dirigida por Kay Cannon, se basa en un cliché clásico, la historia de una joven que sueña con la grandeza pero se ve constantemente subestimada, pero logra infundirle un toque de humor agudo y una dosis considerable de inteligencia social.

El guion, a pesar de ser predecible, ofrece algunos momentos realmente divertidos gracias al ingenio de sus diálogos. Las situaciones que involucran a la protagonista, Kate, interpretada con carisma y naturalidad por Lily James, son bien construidas y generan un flujo cómico constante. Sin embargo, es importante notar que la trama principal no se aparta significativamente de lo esperado. El desarrollo de la relación romántica, un elemento central de la comedia, se siente algo apresurado y, en última instancia, no llega a resonar demasiado. La película se enfoca en la liberación personal de Kate, que es el punto fuerte de la historia, pero se sacrifica algo del romanticismo en el proceso.

La dirección de Kay Cannon es eficaz en la creación de un ambiente visualmente atractivo y vibrante. Se aprovechan los colores brillantes, el vestuario impecable y las locaciones lujosas para enfatizar la ostentación del mundo de la moda, pero también para resaltar la frustración y el deseo de Kate. La banda sonora es, sin duda, un acierto, complementando a la perfección las escenas cómicas y las emociones de la protagonista. No obstante, a veces el ritmo puede sentirse un poco irregular, con escenas cómicas que se alargan más de lo necesario, mientras que otras, cruciales para el desarrollo de la trama, son demasiado rápidas.

Las actuaciones son sólidas en general. Lily James, como se ha mencionado, brilla con su carisma y su capacidad de transmitir vulnerabilidad y determinación. Harris Dickinson, en el papel del diseñador rival, Noah, ofrece una interpretación contundente y divertida, aunque a veces su personaje puede resultar un tanto unidimensional. Sin embargo, el verdadero alivio cómico y el corazón de la película lo aporta Nicholas Braun, interpretando al CEO de la marca, Jack. Su actuación, llena de torpeza y encanto, es memorable y añade una capa adicional de humor a la historia. El contraste entre las personalidades y las motivaciones de los personajes es lo que, en última instancia, hace que la película sea entretenida y, en cierta medida, reflexiva sobre las presiones del mundo de la alta costura y la importancia de la autoafirmación.

En resumen, “Una Cenicienta de moda” no es una obra maestra, pero es una comedia romántica ligera, divertida y con un mensaje positivo. Es una opción agradable para aquellos que buscan una escapada del estrés diario, ofreciendo una buena dosis de humor y un recordatorio de que el talento y la perseverancia pueden llevar a cualquier sueño, incluso si el camino es accidentado.

Nota: 7/10