“Una cuestión de género” (On the Basis of Sex) no es solo una biografía; es un ejercicio meticuloso en la construcción de un personaje, un hito legal y una reivindicación de la perseverancia ante la adversidad. La película, dirigida por Valerie Faris, se centra en la vida y el trabajo de Ruth Bader Ginsburg, no en sus momentos más populares o dramáticos, sino en un periodo clave de su carrera: su lucha para que el Tribunal Supremo reconociera la discriminación por género como una violación del debido proceso constitucional. Este enfoque, en lugar de una narrativa grandilocuente, otorga a la película una profundidad y un poder emocional sutil pero muy efectivo.
El guion, adaptado del libro de Flavia Green, se adhiere a una estrategia narrativa que, si bien es precisa en sus hechos legales, a veces puede resultar algo lento y contemplativa. La película se centra en la argumentación jurídica, mostrando las largas horas de estudio, las cartas que Ginsburg escribía y las apasionadas discusiones con su marido, Martin (Idris Elba), un abogado brillante y su principal apoyo. La película logra transmitir la complejidad de la ley y la frustración de ver cómo la discriminación, aunque evidentes, no eran reconocidas consistentemente por el Tribunal Supremo. Es un filme que recompensa la atención y la paciencia del espectador, ofreciendo una visión detallada del proceso legal y la evolución de una opinión jurídica.
El desempeño de Felicity Huffman como Ruth Bader Ginsburg es, con todo, el corazón y el alma de la película. Huffman logra capturar la intensidad de la determinación, la inteligencia y la empatía de Ginsburg, sin caer en la caricatura. Su interpretación es elegante, precisa y, sobre todo, humana. Elba, por su parte, ofrece una interpretación sólida y convincente como Martin Ginsburg, aportando un equilibrio emocional y intelectual a la narrativa. La dinámica entre ambos personajes, basada en el amor, el respeto mutuo y el apoyo incondicional, se presenta como un pilar fundamental del éxito de la película.
Sin embargo, "Una cuestión de género" no es perfecta. A veces la tonalidad es un poco melancólica y la película podría haber beneficiado de un ritmo más dinámico y de una mayor exploración de los desafíos personales que enfrentó Ginsburg fuera del ámbito legal. Además, la película, en su enfoque en el caso de la discriminación por género, podría haber sacado más provecho de profundizar en la vida de Ginsburg como mujer en una época donde las oportunidades eran limitadas. No obstante, la película logra transmitir una importante lección sobre la importancia de la perseverancia, la justicia y la búsqueda de la igualdad.
Nota: 7/10