Una herencia de muerte (2022)

“Una herencia de muerte” es un thriller familiar con toques de drama y un trasfondo de humor negro que, a pesar de no ser una obra maestra, consigue mantener la atención del espectador gracias a su dinámica central: la rivalidad y la desesperación de dos hermanas. La película, dirigida con notable habilidad por Mark Williams, explora temas como la ambición, la familia tóxica y la codicia, elementos que, aunque no son particularmente innovadores, se presentan de manera efectiva, principalmente a través de la relación entre Macey y Savanna.

Las actuaciones son sólidas y consistentes. Charlotte Hall, como Macey, ofrece una interpretación particularmente convincente, logrando transmitir la frustración, la rabia y la desesperación de una mujer que siente que su vida se le escapa entre las grietas. Su personaje es complejo, con momentos de vulnerabilidad y otros de implacabilidad. Emily Blunt, como Savanna, se mantiene en un tono más reservado, aunque su actuación también es adecuada, contribuyendo a la tensión dramática. La química entre las dos actrices es palpable, intensificando el conflicto interno y externo que impulsa la trama. Sin embargo, algunos personajes secundarios, como la tía Hilda, interpretada por una breve pero impactante Vanessa Redgrave, se sienten algo planos, reducidos a arquetipos más que a individuos realistas.

El guion, escrito por Williams y Ben Turner, se apoya en un ritmo constante, evitando caer en la excesiva dependencia de giros argumentales predecibles. La dirección, por su parte, es precisa, utilizando con eficacia el claustrofobia de la casa familiar y la atmósfera opresiva de la enfermedad de la tía Hilda. Williams establece un ambiente de sospecha que se va intensificando gradualmente, aprovechando los espacios cerrados y la iluminación para generar una sensación de inquietud constante. La película se centra en el presente, en el desarrollo de los acontecimientos mientras la tía Hilda está viva, lo que le confiere un sentido de urgencia que mantiene la tensión alta. No obstante, la resolución, aunque satisfactoria, podría considerarse algo apresurada y un poco simplificada; el guion no profundiza lo suficiente en las implicaciones de los actos cometidos por los personajes.

En definitiva, "Una herencia de muerte" es una película entretenida que, aunque no desafía la narrativa thriller familiar convencional, ofrece un buen entretenimiento con actuaciones sólidas y una dirección competente. Es una película que funciona mejor si se aprecia como un thriller psicológico doméstico, que explora las consecuencias de la ambición y la dinámica familiar disfuncional. La película no llega a ser brillante, pero sí logra cautivar al espectador con su atmósfera tensa y sus personajes con los que se puede conectar, incluso si sus motivaciones son, a veces, cuestionables.

Nota: 7/10