Una historia de venganza (2017)

“Una Historia de Venganza” es, en su esencia, un thriller psicológico que se adentra en la oscuridad de la retribución y la obsesión. Dirigida por el talentoso Miguel Ángel Jiménez, la película se construye lentamente, cultivando una atmósfera de tensión palpable que te atrapa desde los primeros minutos. No se trata de un espectáculo de acción constante, sino de una exploración sombría de la mente de un hombre consumido por el dolor y la necesidad de justicia, una justicia que, al final, se revela como una espiral autodestructiva.

La dirección de Jiménez destaca por su habilidad para el detalle y su capacidad para crear imágenes inquietantes. El uso de la luz y la sombra es magistral, reflejando el estado mental de Roman, el protagonista interpretado con una intensidad convincente por Javier Gutiérrez. Gutiérrez ofrece una actuación que va más allá de la mera interpretación; transmite la desesperación, el miedo y la rabia de un hombre que ha perdido todo. Su mirada, a menudo opaca y vacía, es la ventana a un alma en tormenta. El resto del elenco secundario, particularmente Clara Lago como la esposa de Roman, son igualmente efectivos, aportando matices y complejidades a la dinámica familiar perturbada que se despliega en la trama.

El guion, adaptado de un relato corto de Fernando Pessoa, es donde reside la mayor fortaleza de la película. La historia no se explica de forma directa; Jiménez se permite un ritmo pausado que permite al espectador asimilar gradualmente la magnitud de la tragedia y el creciente implacabilidad de Roman. La narrativa, aunque aparentemente simple, está llena de insinuaciones y ambigüedades, obligando al espectador a cuestionar la moralidad de sus acciones. La historia se aferra a la idea de que la venganza, incluso cuando motivada por el dolor, siempre deja una cicatriz profunda en quien la busca. La guionista, Pilar Miró, ha logrado crear una historia que te persigue después de salir del cine, planteándote preguntas sobre la naturaleza de la justicia y la naturaleza humana.

La película se beneficia enormemente del cuidado visual y la banda sonora, que contribuyen a crear una experiencia cinematográfica inmersiva. El vestuario y la ambientación son impecables, reflejando la atmósfera de decadencia y soledad que envuelve a los personajes. La música, elegida con maestría, no es solo un acompañamiento, sino un elemento narrativo que intensifica las emociones y anticipa los acontecimientos. Sin embargo, algunas escenas podrían haberse beneficiado de una mayor claridad en la justificación de la venganza; a pesar de la maestría técnica y las actuaciones sobresalientes, hay momentos en los que la moralidad de las acciones de Roman se vuelve cuestionable hasta el punto de la confusión.

En definitiva, "Una Historia de Venganza" es una película que exige atención y que recompensa al espectador que se adentra en su oscuro y perturbador universo. No es un entretenimiento ligero, sino una reflexión sobre la venganza, el dolor y la pérdida, llevada a cabo con una dirección sólida, actuaciones memorables y una ambientación impecable. Es una obra cinematográfica que se queda grabada en la memoria.

Nota: 8/10