Una historia diferente (1997)

“Una historia diferente” no es, como su título sugiere, un cuento de hadas convencional. Es una propuesta audaz y descarada que, aunque a veces se tambalea en su propia extravagancia, logra crear una experiencia cinematográfica memorable. La película, dirigida por Rodrigo de la Riva, se atreve a desafiar las expectativas y, en su intento, consigue un resultado que es a la vez hilarante y reflexivo.

La premisa, que podría parecer ridícula a primera vista, es la base de una historia profundamente original. El encuentro entre la elitista y neurótica Beatrice (interpretada con una intensidad palpable por Verónica Echegui) y el torpe y accidental secuestrador, Julian (interpretado por Daniel Brühl), es el punto de partida para una comedia romántica que se mueve con una libertad sorprendente. La química entre los dos actores es fundamental para que el público se enganche a esta pareja improbable. Brühl, en particular, merece una mención aparte por su capacidad para transmitir la torpeza y la vulnerabilidad de su personaje, generando momentos de genuina ternura incluso en las situaciones más absurdas.

Rodrigo de la Riva demuestra una dirección visual notable, empleando una fotografía estilizada y colores vibrantes que complementan a la perfección la atmósfera particular de la película. La banda sonora, igualmente, juega un papel importante, creando un ambiente onírico y a veces inquietante. Pero lo más interesante de la dirección es la forma en que el director maneja el ritmo. La película no rehúye las escenas más exageradas, permitiendo que la comedia prospere sin perder el hilo narrativo principal. A veces, la película se inclina hacia lo surrealista, y esto, aunque puede resultar desconcertante para algunos espectadores, en realidad enriquece la experiencia.

El guion, escrito por Rodrigo de la Riva y Marcos Martín, es, sin duda, el corazón de la película. La trama, aunque sencilla en su esencia, está repleta de diálogos ingeniosos y situaciones inesperadas. La película explora temas complejos como la clase social, el amor, la identidad y la búsqueda de la felicidad, pero lo hace con una sonrisa en la cara. La incorporación de los ángeles, interpretados con una elegancia gótica por Mario Casas y Natalia de Molina, añade una capa adicional de complejidad a la historia, transformando la búsqueda del amor en una misión divina. Es una inversión narrativa que, aunque arriesgada, funciona sorprendentemente bien.

La película no es perfecta. El ritmo, a veces, puede ser irregular, y algunas escenas podrían haberse pulido aún más. Sin embargo, “Una historia diferente” es una experiencia cinematográfica fresca y original, que ofrece una mirada irreverente al género romántico y a la naturaleza del amor. Es una película que te obliga a suspender la incredulidad y a disfrutar del viaje, sin importar a dónde te lleve.

Nota: 7.5/10