Una historia real (2015)

“Una historia real” es una película que, a primera vista, se presenta como un thriller de persecución y un estudio de la identidad. Sin embargo, tras la superficie, emerge una reflexión inquietante sobre la sed de fama, la fragilidad de la verdad y la compleja relación entre el periodista y el individuo que se ve obligado a asumir su rol.

Jonah Hill ofrece una actuación convincente como Michael Finkel, un reportero en crisis existencial, exiliado de su antiguo trabajo y atormentado por la búsqueda de un relato impactante. Su desesperación, la necesidad de redención y la creciente obsesión con Christian Longo se transmiten con una intensidad palpable, aunque a veces la actuación puede caer en la exageración, un recurso que, en ciertas escenas, resta credibilidad al personaje. James Franco, por su parte, interpreta a Christian Longo con una frialdad calculada que es, a la vez, perturbadora y fascinante. No se trata de una representación heroica o simpática; Longo es un personaje profundamente complejo, marcado por traumas y un deseo de escapar de un pasado que lo persigue. La actuación de Franco es magistral en su sutil pero constante evolución, mostrando las capas de vulnerabilidad y la determinación que lo impulsan a crear una nueva vida.

Lo verdaderamente brillante de la película reside en su guion. La trama, basada en los relatos de Longo, se despliega de una manera que, a pesar de la premisa inicial, va más allá de un simple relato de persecución. La película no se limita a seguir el paso al hombre, sino que explora la dinámica de poder entre el reportero y el fugitivo. La tensión no reside únicamente en la acción, sino en la pregunta constante sobre quién está controlando la narrativa. El director, Derek Cianfrance, utiliza flashbacks y diferentes perspectivas para revelar la historia de Longo, lo que permite al espectador cuestionar la objetividad del relato de Finkel. El guion, en ocasiones, se adentra en territorios narrativos delicados, planteando dilemas éticos sobre la importancia de la veracidad y la responsabilidad del periodista.

La dirección de Cianfrance es sólida y equilibrada. Si bien el ritmo puede ser irregular en algunas partes, y la película no es un espectáculo de acción desbordante, se centra en la creación de atmósfera y en la construcción de un estado emocional constante. Los planos son cuidados y el uso de la música contribuye a amplificar la sensación de incomodidad y suspense. No obstante, la película podría haber sido más audaz en su tratamiento de los temas subyacentes, profundizando, quizás, en la psicología de Longo y las consecuencias de sus acciones. Aun así, “Una historia real” es una película que invita a la reflexión, que desafía al espectador a cuestionar la naturaleza de la verdad y el precio que se paga por la fama.

Nota:** 7/10