Una joven prometedora (2020)

“Una joven prometedora” es una película que, aunque promete un thriller de venganza oscuro y sofisticado, entrega una experiencia cinematográfica que, en última instancia, resulta un poco decepcionante. La premisa – una brillante joven que, tras un evento traumático, decide ejecutar una venganza metódica y calculada – es inherentemente atractiva. Sin embargo, la ejecución de la historia se ve obstaculizada por una dirección que, a veces, se desvía de la tensión necesaria y por un guion que, aunque interesante en sus momentos, carece de la profundidad emocional que podría haber elevado la película al siguiente nivel.

La directora, Lila Hayes, despliega una estética visualmente atractiva. La paleta de colores es deliberadamente fría y apagada, reflejando el estado emocional de Cassie (interpretada por la siempre convincente Zoé Miller). Las escenas de la vida nocturna de Cassie, llenas de luces de neón y música electrónica, contrastan con la atmósfera sombría de sus planes de venganza. Sin embargo, Hayes parece dividida entre la aspiración a crear una atmósfera de suspense y la necesidad de mostrar la vida de Cassie, lo que a menudo resulta en escenas alargadas innecesariamente y con un ritmo desigual. A veces, la dirección se centra demasiado en la presentación visual a expensas de construir la tensión narrativa.

La actuación de Zoé Miller es, sin duda, el punto fuerte de la película. Ella logra transmitir la complejidad de Cassie: su inteligencia, su amargura, su vulnerabilidad. Miller consigue que el espectador empatice con una protagonista que, en muchos momentos, parece moralmente ambigua. Sus expresiones sutiles y sus movimientos corporales narran más que gran parte del diálogo. El resto del elenco, aunque competente, no alcanza la misma profundidad y se sienten, en algunos casos, como meros accesorios en la historia.

El guion, escrito por Ben Carter, es un entramado de estrategias y engaños. La trama se centra en la planificación meticulosa de Cassie para superar a aquellos que, según ella, le hicieron daño. Aunque los giros argumentales son efectivos para mantener el interés del espectador, la película tiene dificultades para desarrollar la motivación de los antagonistas y las consecuencias de sus acciones. La película se pierde en detalles técnicos y elaborados, descuidando la exploración de las emociones subyacentes que impulsan tanto a Cassie como a sus enemigos. Se intenta una exploración psicológica que, en la práctica, se queda en la superficie. La resolución, aunque satisfactoria en términos de venganza, carece de un impacto emocional duradero.

En resumen, “Una joven prometedora” es una película que tiene potencial pero que finalmente no logra cumplirlo del todo. Es una obra visualmente interesante, con una excelente actuación de Zoé Miller, pero que se ve empañada por una dirección poco segura y un guion que se pierde en la complejidad sin profundizar en el corazón de la historia.

Nota: 6/10