Una pareja casi perfecta (2000)

“Una pareja casi perfecta” es una comedia romántica que, a pesar de su premisa algo descabellada, no logra alcanzar la altura de otras películas del género que exploran la complejidad de las relaciones humanas. Dirigida por Mark Waters, la película apuesta por un humor a veces forzado y por una trama que, en su núcleo, carece de una profundidad sorprendente, aunque ofrece momentos de entretenimiento ligero.

Madonna, en el papel de Abbie Reynolds, demuestra una habilidad por el disfraz que a veces supera a su propio talento actoral. Su Abbie es una mujer con una necesidad imperiosa de formar una familia, una necesidad que la lleva a tomar decisiones impulsivas y, como veremos, a un encuentro inesperado con Robert. La interpretación de Madonna es más por la presencia que por un trabajo psicológico profundo. Se nota que se está usando su imagen para atraer audiencia, y aunque el personaje es interesante y, en cierto modo, simpático, la actuación carece de la vulnerabilidad y la sutileza que el papel podría haber demandado.

Rupert Everett, como siempre, brilla con una energía desbordante. Su Robert es un personaje excéntrico, un tipo gay con una sensibilidad y un humor que contrasta con la sobriedad inicial de Abbie. La química entre Everett y Madonna es, a veces, lo más interesante de la película, una mezcla de incomodidad, juego y una sorprendente conexión. El guion se beneficia enormemente de su presencia; Everett le aporta un peso emocional y una comicidad que equilibran la situación. El resto del reparto secundario cumple su función, aunque algunos personajes quedan un tanto planos.

El guion, a mi parecer, es el punto más débil de la película. La premisa de un embarazo adolescente, resultado de una noche de pasión, es un cliché del género y la ejecución, aunque entretenida, es un tanto predecible. Las situaciones cómicas a menudo dependen de diálogos forzados y de un humor visual que no siempre tiene éxito. La película no se atreve a explorar las implicaciones emocionales del embarazo o las dificultades del co-parenting con la profundidad que se podría haber buscado, optando por la comedia ligera y las situaciones absurdas. El ritmo es irregular, a veces acelerado, a veces demasiado pausado, lo que perjudica la experiencia del espectador.

En definitiva, "Una pareja casi perfecta" es una película de entretenimiento ligero que, aunque carece de la sofisticación y la profundidad de otras comedias románticas, ofrece momentos de diversión y una química interesante entre sus dos protagonistas principales. No es una obra maestra, pero sí una película que puede ser disfrutada por aquellos que buscan una opción de ocio fácil y sin pretensiones. La película se basa en un concepto original, pero la ejecución no alcanza la calidad esperada.

Nota: 6/10